La temporada de pesca se estrenó ayer en las comarcas de Tabeirós-Montes y Deza con muchos pescadores en los ríos -aunque hay quien dice que menos que en años anteriores- y con escasas capturas. El cebo más usado fue la "miñoca", seguido de la cucharilla. En cuanto a los pescadores, su perfil más habitual es el de un varón de entre 35 y 70 años que acude al río a primera hora y que suele elegir los tramos de pesca con muerte.

No obstante, en el tramo de pesca sin muerte que gestiona la Xunta en el río Umia -aguas arriba del puente de Ribela- también se pudo comprobar que esta modalidad deportiva gana adeptos entre los pescadores -también varones- de entre 30 y 45 años.

Pero la pesca en Tabeirós-Montes tiene cantera. Jóvenes adolescentes probaban ayer suerte en regatos como el de A Pinguela. También hubo menores que acompañaban a sus padres si bien la presencia de aprendices en los ríos fue anecdótica. Según hacían notar algunos deportistas porque los padres más aficionados a la pesca prefieren "matar el gusanillo" solos el primer día y enseñarle a pescar a sus hijos a medida que avanza la temporada.

Los pescadores dezanos saben que capturarán más piezas en abril, cuando baje el caudal. El presidente de la Sociedade de Caza e Pesca de Silleda, Jesús Pérez, indicó ayer que la primera jornada resultó aceptable en ríos estrechos (caudales de montaña o los afluentes de Deza y Toxa), donde llegaron a cubrirse las 10 piezas por pescador. Pérez se queja de la tremenda presión de pescadores en los tramos libres, debido a la abundancia de tramos de pesca sin muerte.

En líneas generales, fuentes consultadas por esta redacción indicaron que el día de ayer, "espléndido" por soleado, y el alto caudal de aguas de los ríos después de un invierno especialmente lluvioso no favoreció las capturas.

Algunas truchas de grandes dimensiones ya se capturaron a primera hora de ayer en el Liñares del coto de Río Ulla (A Estrada). Una de ellas, de 33 centímetros, fue capturada por un pescador vigués asiduo de los ríos de A Estrada.