Buen ambiente y sonrisas en la vuelta al trabajo del Celta. El equipo vigués navega en aguas tranquilas hacia el objetivo marcado a inicio de temporada. La imagen mostrada en el terreno de juego se traduce en resultados. Los tres puntos cosechados en el Ciutat de Valencia vuelven a poner al conjunto que dirige Luis Enrique en una posición inmejorable para no pasar apuros a la hora de sellar la salvación.

El próximo paso clave en su cometido podría darse el viernes. El técnico asturiano ha comenzado esta tarde a preparar el encuentro ante el Málaga. Los andaluces, otro rival directo, son el oponente idóneo para dar un zarpazo casi definitivo de cara a renovar la continuidad de los celestes en la élite del fútbol español.

Esta tarde, la sesión comenzó a las 17:00 horas, la plantilla se ejercitaba en las instalaciones deportivas de A Madroa. El entrenamiento se desarrolló sin sobresaltos. El único contratiempo lo sigue protagonizando Rafinha Alcántara, que sigue trabajando al margen del grupo por culpa de la lesión que sufre en el primer dedo de su pie izquierdo.

Los aficionados pudieron ver el desarrollo del único entrenamiento que se celebrará "sin candado". El Celta regresará mañana a A Madroa a las 11:00 horas. En esta ocasión a puerta cerrada para seguir preparando un duelo importante ante un Málaga que llega necesitado tras caer el sábado frente al Real Madrid. Los tres puntos son claves. Ganar supondría mantenerse en la zona media de la tabla y quedar a sólo dos triunfos de los 42 puntos, frontera virtual que suele garantizar la permanencia.