Las lesiones, el principal lastre de la temporada, impiden redondear la tarde. Quique Domínguez dosificó a Jabato y pese a todo, un mal gesto al retroceder en una contra del Alcobendas le reprodujo al extremo su dolencia muscular en los abductores. Marcos González estuvo con el peto junto a Dani Gómez y Figueirido. Dos hubieran podido actuar. Al final, Quique no recurrió a ninguno de ellos y permitió que su gran especialista defensivo, también tocado, descansase una semana más.