No es un mal resultado, pero el equipo que dirige David de Dios mereció más en su visita a tierras asturianas. El Celta B volvió a dejar buenas sensaciones. Fue superior a su adversario durante buena parte del choque, pero su falta de acierto en el área contraria impidieron al conjunto vigués sumar tres puntos que le habrían alejado de los puestos de descenso.

La imagen mostrada no es lo único positivo del partido. El Celta B mostró su alma ante el Marino de Luanco. Los locales se adelantaron por mediación de Jandro, que aprovechó un buen centro desde la banda para batir a Rubén Blanco. A partir de ahí llegaron los peores momentos del filial céltico. El guardameta mosense evitó que Titi, uno de los más destacados del cuadro asturiano, anotase la segunda diana de la tarde.

El Celta B dio un paso al frente tras la reanudación. Mostró su mejor versión. Dominaba al Marino de Luanca y las ocasiones comenzaron a llegar. El premio llego al filo de la hora de partido. Borja Iglesias perforaba el marco contrario tras aprovechar la asistencia de Diego Maceira. El filial no se conformaba con el empate. Opositó al triunfo y tuvo opciones claras para sellar la remontada. Thaylor dispuso de un mano a mano ante Ponzo pero el delantero celeste no estuvo acertado a la hora de marcar el gol que habría supuesto la victoria visitante.

El empate permite al Celta B dar otro pequeño paso hacia la permanencia. El cuadro de David de Dios gana el "goal average" particular al Marino de Luanco (ganó en Barreiro en la ida) y se sitúa cinco puntos por encima de los puestos de descenso directo.