Hay cosas difíciles de explicar. El Amfiv peleó durante treinta minutos de tú a tú con el Amiab. El conjunto de César Iglesias fue incluso capaz de anotar 25 puntos en los últimos diez minutos. Pero sus posibilidades se habían esfumado antes. En un tercer periodo para olvidar. O mejor, para tener muy en cuenta y que no vuelva a repetirse. La reanudación del choque tras el descanso fue nefasta para los vigueses, que únicamente anotaron dos puntos en ese tercer periodo.

De inicio, César Iglesias optó por una rotación con sus tres hombres altos -Envó, Avendaño y Alejos- acompañados por Comesaña y Carneiro. Los vigueses se engancharon al partido de la mano de Envó (21-16, min.10).

La mejora del Amfiv fue más patente en el segundo periodo, con Avendaño firmando su mejor encuentro y con Alejos también a un alto nivel (29-32, min.17). Una serie de inexplicables fallos en buenas posiciones truncaron esa fase (37-32, min.20).

Llegó el descanso y después la debacle. Diez minutos en los que el Amfiv no existió. El alma que caracteriza tradicionalmente a este equipo desapareció. Los vigueses bajaron los brazos y dejaron de correr. En la mayoría de los ataques ni siquiera llegaron a lanzar a canasta. Un parcial de 15-2 lo complicaba todo (52-34, min.30).

Pese a todo, el inicio del último cuarto abría una puerta a la esperanza (52-39, min.32). El Amiab la cerró de un portazo y los diez minutos finales se convirtieron en un auténtico descontrol. El Amfiv demostró, al menos, que anotar sólo dos puntos en el cuarto anterior había sido un accidente.