El Octavio se prepara para vivir sin Cerillo

Domínguez todavía ve posible el ascenso aunque admite: "Todo se está complicando"

ARMANDO ÁLVAREZ | VIGO

El Academia Octavio empieza a asumir la baja de Cerillo. Un auténtico trauma. El vigués ha vuelto a romperse el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha, como en abril de 2011. Aquella temporada se culminó con el regreso a Liga Asobal, con Cerillo ejerciendo de máximo artillero. La lesión le cogió al final del trayecto, precisamente en el partido contra el Huesca que dejaba el ascenso sentenciado. Esta vez llega antes y obstaculiza ese mismo reto. ¿Puede ascender el Octavio sin Cerillo? "Debo decir que sí estaremos en la lucha. Sin él creo que aún es posible hacer una buena temporada. Pero todo se está complicando", admite el entrenador rojillo, Quique Domínguez.

Al entrenador se le han multiplicado los problemas. Chantada estará aún varias semanas de baja. A Manu Martínez le quedan algunos días de convalecencia. Fran González y Javito siguen siendo duda para el partido de este sábado, ante el Ereintza. Con ellos se espera que escampe. Lo de Cerillo es permanente. Ha dicho adiós a la temporada; quizás a su carrera. "Estoy muy triste por él. Es la segunda vez que sufre una lesión tan grave. Se había recuperado muy bien de la anterior. Había alcanzado otra vez un nivel altísimo. Ha sido un mazazo grande. Yo espero que solo sea un paréntesis y sigamos disfrutando de él", reza Quique.

El golpe es a la línea de flotación del proyecto actual. Quique Domínguez enumera todo lo que pierden: "El mejor extremo de la categoría, una de nuestras referencias, el segundo capitán, nuestro especialista en siete metros, el hombre al que no le temblaba el brazo en los balones calientes que deciden los partidos, alguien que estaba tirando del equipo con las dos manos...". Parecen media docena, pero es sólo Cerillo de quien habla el entrenador.

En apariencia, la ausencia del vigués en el extremo izquierdo queda atenuada por la presencia de Jabato, otro jugador de gran nivel. Más especializado en defensa, Jabato tendrá que activarse en el otro lado de la cancha. Buen reemplazo, admite Quique, pero no exactamente lo mismo: "Jabato nos da otras cosas. Juega mejor por fuera. Cerillo tenía un porcentaje altísimo desde el extremo. Necesitaba muy poquito para conseguir goles. Abría campo, obligando a la defensa rival a dejar más espacios, lo que otros jugadores podían aprovechar".

Así que, en resumen, ese mal apoyo de la pierna derecha de Cerillo en la cancha del Antequera empobrece el catálogo táctico del Octavio y lo disminuye como candidato al ascenso. No lo invalida porque la plantilla, muy cohesionada, se ha acostumbrado a convivir con las desgracias y ha ido arrancando puntos en una competición igualada. Los próximos compromisos examinarán su fiabilidad por lo bajo y lo alto: primero, el colista Ereintza; después, el Alcobendas, líder virtual ya que el real, el Barça B, no cuenta.

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