El equipo de Luisito se despertó en Mieres de su sueño. El Ourense cayó en el feudo de un Caudal que llegaba a la cita necesitado de puntos. Los asturianos, que no conocían la victoria en la competición doméstico, buscaban tres puntos que le permitiesen asomar la cabeza. El líder se veía las caras con el farolillo rojo. Y esa diferencia en la tabla no se notó sobre el terreno de juego del Hermanos Antuña.

El Ourense volvió a competir. Demostró que tiene mimbres de sobra para certificar la permanencia sin pasar apuros clasificatorios. Tuvo opciones de tumbar al colista, pero ni Óscar Martínez ni Capi estuvieron atinados en los últimos metros. El primer período murió con la balanza equilibrada. Ambos conjuntos se iban al intermedio con todo por decidir en los últimos cuarenta y cinco minutos.

En la reanudación se complicaría el choque para los hombres de Luisito. Domenech lograba abrir el marcador para los locales. El Ourense supo encajar el golpe. El entrenador rojillo refrescó su ataque con el objetivo de aportar nuevas ideas en los últimos y definitivos metros. La apuesta no surtió efecto. Gustavo Souto dispuso de la oportunidad más clara del segundo acto, pero una gran intervención del guardameta local impidió la igualada del Ourense.

Poco después varapalo para los intereses del líder. El cuadro asturiano sacaba tajada de una acción a balón parado. Borja Navarro remataba a la red una falta botada por Domenech. Quedaban doce minutos para el milagro. Los últimos instantes del encuentro depararían otra mala nueva para Luisinho. El colegiado dejaba con diez al Ourense al mostrar la roja directa a Adrián Cruz. El jugador rojillo no podrá jugar la próxima jornada en el derbi ante el Coruxo que se disputará en O Couto.