Webber, Alonso y Murphy

El australiano acapara las penalidades de Red Bull y el español sale perjudicado de todos los rebotes en la parrilla

Fernando Alonso, pensativo. // Efe

Fernando Alonso, pensativo. // Efe

J.M.M.

Webber no va a encontrar motivos para recordar con cariño su último año en la Fórmula 1, en el que el australiano ha sufrido todo lo que se podía sufrir en cuanto a desgracias. Fuego en el RB9, mala elección de neumáticos, ruedas volando, problemas en la caja de cambios... y el famoso "multi 21" con Vettel en Malasia.

"Si algo puede salir mal, saldrá mal", señala popularmente la "ley de Murphy", pero en el caso del australiano Red Bull ayuda. En Sepang, en la segunda carrera del año, desde el puente de mando de Red Bull ningunearon sin pudor a Webber mientras Vettel le pasaba por encima de la chepa para arrebatarle la victoria. La puntilla la recibiría el australiano en la siguiente cita, en el GP de China, cuando tuvo que salir último porque su equipo no puso la gasolina suficiente en su Red Bull en la clasificatoria, y en carrera tuvo que abandonar al perder un neumático porque sus mecánicos no apretaron correctamente la tuerca.

Ayer fue el alternador el que le dejaba tirado en un lateral de la pista cuando se cumplían dos tercios de carrera y marchaba cómodamente en la segunda plaza.

Ya en la salida, Webber se había salvado de la "melé" de la primera curva, en la que involuntariamente causaría un daño letal en el Ferrari de Fernando Alonso. El australiano había sufrido a su vez un toque por parte del finlandés Raikkonen y la rueda derecha trasera de su Red Bull dejó sin alerón delantero al Ferrari del ovetense. Carambola fatal.

No fue ésta la primera vez que un Red Bull dejaba fuera de juego a Alonso a las primeras de cambio. En Malasia, en la segunda carrera del año, a la que llegaba tras sumar seis podios consecutivos y tras lograr el ovetense la que sería su mejor plaza en una clasificatoria, tercero, un mínimo toque con Sebastian Vettel en la segunda vuelta le dejaba también sin alerón delantero. El alemán salió indemne y terminaría ganando.

Ayer, en Buddh, se evidenció además que la estrategia es hermana menor en la Fórmula 1. Vale jugársela a la contra cuando se tiene un coche superior, como demostró Vettel parando tras el segundo paso por meta, pero no cuando se anda demasiado justitos de fuerzas. Ferrari optó con Alonso por iniciar la carrera con duros para retrasar lo máximo su primer cambio pero el toque inicial lo complicó todo.

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