Celta B 2-2 SD Logroñés

El Celta B paga la novatada

El filial celeste cede un empate ante un Logroñés que sacó provecho de dos errores defensivos de los locales

CARLOS I. CASTRILLÓN

Pecados de juventud. Las características del Celta B le pasan factura en una categoría como es la Segunda B. El filial celeste saltó al césped de Barreiro con un once plagado con la nueva hornada de la factoría de A Madroa. Hasta seis futbolistas formaron parte el curso pasado del mejor Juvenil en la historia del club.

Esa apuesta tiene unas virtudes que conllevan sus propios defectos. El filial celeste se está encontrando en su retorno a Segunda B con la solidez táctica de conjuntos como el Logroñés o el Guijuelo. Sufre con ese tipo de planteamientos. Tiene la iniciativa, pero esa posesión de balón incluso no se suele traducir en ocasiones claras de gol.

En el encuentro de este mediodía ante la SD Logroñés se vivió un nuevo capítulo. El Celta B arrancó bien el encuentro. Borja Iglesias aprovechaba un pase de Yelko Pino para abrir el marcador. Habían transcurrido dos minutos y el equipo de David de Dios ya había derribado la muralla riojana.

La alegría duraría poco. A los diez minutos el colegiado señalaba penalti por una infracción de Pablo Pérez. Iñaki Toledo no perdonaba desde los once metros y batía a un Rubén Blanco que regresaba a los terrenos de juego tras estar varias semanas de baja por lesión.

El resto del encuentro, el previsto. El Celta B dominaba. Llevaba el tempo del partido, pero la solidez de la SD Logroñés impedía a los locales desequilibrar la balanza. Todo siguió invariable hasta que David de Dios movió el banquillo. Fernán, nada más entrar al terreno de juego, centraba de forma milimétrica para que Borja Iglesias hiciese su segunda diana de la mañana.

Tocaba defender la ventaja. O por lo menos sentenciar el choque. La SD Logroñés, sin embargo, volvería a sobrevivir gracias a un error del filial celeste. Javi Torres cazaba un rechace en el área local para superar a Rubén Blanco y restablecer la igualada. Quedaban quince minutos para la conclusión, un cuarto de hora en el que el Celta B intentó golpear de nuevo al equipo riojano. Era ya demasiado tarde. Dos tantos no bastaron para que los tres puntos se quedasen en Barreiro. A pesar del empate, los hombres de David de Dios siguen estando más cerca de la zona noble de la tabla que de los puestos de descenso.

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