"Vemos las cosas más fáciles que el año pasado"

R.R. | VIGO

- ¿Se están sentando las bases de un Celta en Liga Femenina hecho en casa?

- Estamos sembrando. La coyuntura obliga y la perspectiva es clara. No quiero comparar con situaciones históricas en donde Vigo era el estandarte del baloncesto nacional porque no sé si Vigo va a volver a serlo. El objetivo no es ese. El objetivo es encauzarnos por un trayecto donde lo autóctono dé fruto al baloncesto de Vigo y de Galicia. Si eso nos permite volver a estar en la élite, fantástico; si no, al menos habremos sido rigurosos con una creencia que tenemos.

- ¿Se le pueden perdonar los errores al equipo por su juventud?

- Yo no quiero caer en una excusa ni en traicionarnos por este planteamiento de que si fallamos, como somos tan jóvenes, todo el mundo nos tiene que perdonar. Vamos a jugar una competición semiprofesional y con equipos con mucho más dinero, con jugadoras que han estado muchos años en Liga Femenina. Con esto tenemos que competir. Es un principio irrenunciable para el Celta, tenga la media de edad que tenga. Intentamos que nuestras categorías inferiores ya lo mamen desde pequeñitas. La gente está pendiente de lo que hace el Celta, tiene repercusión. No podemos estar escudándonos cada sábado cuando perdamos o hagamos un mal partido en que somos un equipo muy joven. Por eso no hablamos de objetivos muy concretos ni muy altos, pero sí aceptamos que cuando nos equivoquemos, o no sepamos sumar dos más dos, la gente nos critique.

- ¿Ofensivamente el equipo ha dado un paso adelante?

- La valoración inicial es muy sencilla, tienen mucho morro jugando y son muy desinhibidas. Esa desinhibición también te trae malos tragos. Lo que nosotros a nivel táctico estamos intentando ordenar no es ese caudal de talento que el grupo tiene de sobra. En concepto de juego están educadas a no tener miedo a nada. Algunas veces eso se traduce ofensivamente en tiros arriesgados o decisiones que en condiciones normales deberías asegurar más. De ahí vienen los parciales en contra, como el tercer cuarto de la semifinal de Copa Galicia. Estamos intentado que lo que a medio plazo puede ser un problema para el equipo y ahora es una virtud, que es el estar desinhibido, nos haga reconocibles en cualquier partido y ante cualquier rival. Ellas saben otra cosa innegociable: el equipo tiene que demostrar una consistencia defensiva total los veintidós partidos de la competición y en cada entrenamiento. Al final físicamente eres inferior, tienes menos años, menos recorrido, y por ahí, eso te puede pasar factura. Buscamos un equilibrio. Sin embargo, sí es cierto que vemos las cosas más fáciles que el año pasado.

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