El Celta regresó ayer a los entrenamientos en una semana clave para sus aspiraciones de mantenerse en la zona tranquila de la tabla y en la que se intuyen rotaciones para repartir el esfuerzo de jugar tres partidos en siete días. Así lo anunció el preparador celeste, Luis Enrique Martínez, la víspera del último compromiso liguero contra el Villarreal. Antes del empate firmado contra el conjunto castellonense, el preparador asturiano explicó que los movimientos del banquillo afectarían sobre todo al partido de este jueves contra el Getafe en el Coliseum Alfonso Pérez Muñoz y al del próximo domingo, en Balaídos, ante el Elche, aunque los primeros cambios se produjeron ya el pasado domingo frente al Villarreal.

Contra los amarillos, Luis Enrique tomó la controvertida decisión de prescindir de Borja Oubiña, el futbolista más empleado en las dos últimas temporadas, para entregar la manija del medio campo a Andreu Fontás y reservó también al andaluz Nolito, uno de los pesos pesados del ataque, para dar la alternativa como titular al joven Santi Mina. La baja de Oubiña, que no era suplente con el Celta por decisión técnica desde mayo de 2012 en un partido contra el Alcoyano, se dejó sentir notablemente en la organización del juego celeste, que se vio seriamente perjudicada, con lo que parece más que probable que el capitán regresa al equipo titular este próximo jueves contra los azulones, especialmente si se tiene en cuenta que Oubiña ya causó baja contra el Granada tras sufrir en el compromiso precedente, contra el Betis, la primera expulsión de su carrera.

Es más que probable que Nolito, que disputó algo más de media hora contra el Villarreal, vuelva también al once frente a los azulones. No se descartan más cambios, si bien Luis Enrique se propone de nuevo ocultar sus planes al oponente. El equipo tenía inicialmente previsto trabajar a puerta cerrada hoy en A Madroa, aunque finalmente el técnico ha decidido abrir al público la sesión y trabajar solo de puertas adentro mañana, miércoles, en el estadio de Balaídos.

La sesión vespertina celebrada ayer en A Madroa fue de recuperación, con lo que el técnico no comenzará a preparar de forma específica el compromiso ante los azulones hasta hoy. La buena noticia es que en el entrenamiento celebrado ayer en la ciudad deportiva participaron ya casi todos sus futbolistas del plantel. Faltaron apenas Mario Bermejo y Samuel Llorca, los dos lesionados de larga duración, mientras que Jonathan Vila se ha incorporado de forma progresiva al grupo y espera recibir al alta médica entre hoy y mañana.

No se espera sin embargo que el porriñés entre en la próxima convocatoria, ni mucho menos en el once, en el que Luis Enrique planea dar descanso a varios futbolistas. Entre los que pueden descansar se encuentra probablemente Rafinnha, que acumula ya cuatro amonestaciones y acabó el partido contra el Villarreal con visibles muestras de cansancio y quizá Álex López, cuyo rendimiento en los dos últimos compromisos ligueros ha estado sensiblemente por debajo de los tres anteriores.

La opción del danés Krohn-Dehli, titular en los dos primeros encuentros y suplente en los tres siguientes, parece también factible, lo mismo que la posibilidad de Madinda, a pesar de que el internacional gabonés solo ha participado hasta ahora desde el banquillo. Tampoco pueden descartarse cambios en la línea defensiva, bien en el eje de la zaga, a la que podrían volver Fontás e incluso Cabral, bien en los costados, donde Hugo Mallo y Toni todavía no han tenido descanso esta temporada.

El centrocampista celeste Álex López reconoció ayer que el Celta estuvo por debajo de su nivel en el compromiso del pasado domingo ante el Villarreal, al que no escatimó elogios, y se mostró esperanzado en que el encuentro de este jueves contra el Getafe sea un punto de inflexión para que el equipo recupere la senda de la victoria, que no consigue desde la segunda jornada de Liga. "El Villarreal demostró que es un gran equipo y por qué está ahí arriba. A nosotros nos faltó fluidez en el juego y quizás darle algo más de velocidad. No tuvimos la presencia en el área rival de los últimos partidos y así es muy complicado ganar. Lo importante es que seguimos sumando", indicó el ferrolano, que dio por bueno el punto conseguido: "Viendo cómo se desarrolló el partido hay que dar por bueno el empate. Fue un partido muy difícil ante un equipo que, a pesar de ser un recién ascendido, tiene muy buenos jugadores. El Villarreal fue superior en varias fases del encuentro". López prefiere mirar al futuro. "Tenemos que pensar ya en el partido del jueves porque es importante sumar los tres puntos en Getafe", dijo el ferrolano, que pronostica un difícil camino: "Habrá que trabajar duro para evitar el sufrimiento de la pasada temporada".