El curso acaba de comenzar. Los objetivos de los equipos que conforman la Primera División siguen intactos. En estas primeras semanas de campeonato predominan las sensaciones o la paciencia para alcanzar el nivel óptimo sobre la realidad de los resultados o la imagen ofrecida en el terreno de juego. En el tramo de cinco partidos que se han disputado han ocurrido pocas sorpresas.

Por arriba todo sigue igual que la campaña pasada. El Atlético de Madrid pugna por meterse en el duelo bipolar que mantienen FC Barcelona y Real Madrid. Por abajo la lucha ya está más equilibrada. El Celta se encuentra en estos momentos en un puesto cómodo clasificatoriamente hablando. Marcha octavo. Ha sumado un triunfo, sufrido una derrota y ha cosechado tres empates (todos ellos en Balaídos). Las sensaciones (de moda en este tramo de temporada) son positivas. El equipo de Luis Enrique practica un buen fútbol, tiene pegada, pero su fragilidad defensiva ha provocado que no tenga más puntos en la tabla.

El calendario se comprime esta semana. Los duelos ante Getafe y Elche marcarán el destino a corto plazo del Celta. Todo está muy igualado en estos momentos. El cuadro celeste se encuentra ahora mismo a la misma distancia de Europa (Athletic, 9 puntos) que del descenso (Osasuna, 3 puntos). Los dos próximos encuentros servirán para alimentar el sueño de disputar por cotas mayores que la salvación o, por el contrario, mantendrán a los de Luis Enrique en la lucha por el objetivo marcado a inicio de temporada.

Lo que está claro es que sacar dos buenos resultados ante Getafe y Elche permitirían al Celta dar un paso adelante para lograr la salvación de forma holgada.