Santi Mina bate récords de precocidad. El imberbe futbolista vigués, de 17 años, se convirtió el lunes en San Mamés en el goleador más joven del Celta en Primera División y el undécimo de la historia de la primera liga española. El chico cazó un centro de Toni al cogollo del área y aprovechó la salida en falso de Herrerín para peinar la pelota por encima del portero rojiblanco y meter al equipo vigués en un partido que parecía ya sentenciado.

Hacía apenas ocho minutos que Mina había saltado al campo y era el tercer balón que tocaba, pero nadie en el Celta -ni sus compañeros, ni Luis Enrique, ni él mismo- pareció sorprenderse de lo que acababa de suceder. "Tiene una intuición natural para el gol", certifica Paco Herrera, el entrenador que lo hizo debutar en febrero pasado en Primera División en el Coliseum Alfonso Pérez Muñoz contra el Getafe. "No fue un capricho, sino un merecimiento por el trabajo que estaba haciendo. Estábamos teniendo problemas arriba y necesitábamos ayuda", explica el actual técnico del Zaragoza, que desgrana las virtudes de la emergente estrella céltica: "Es un delantero versátil, que juega muy bien de espaldas y tiene una gran pierna derecha. Puede jugar de extremo o de segunda punta, pero siempre está cerca del gol. Sabe colocarse en el área y es capaz de cazar cualquier balón rebotado, además de un muy buen disparo".

A ese don natural para el gol, Mina añade, según Herrera, un físico poderoso. "El físico le permite recibir, quedársela, aguantarla. Siempre que necesites según que tipo de fútbol con él lo tienes. Tiene esa cosa distinta. Para un entrenador, miel sobre hojuelas", dice el expreparador céltico. Los cifras corroboran las palabras de Herrera sobre la relación de Mina con el gol. El pasado curso el joven artillero celeste anotó 36 goles, 29 con el conjunto juvenil de División de Honor y 7 más con el filial, al que ayudó a ascender a Segunda División B. En Primera División ha jugado 48 minutos y ha tardado apenas 38 en anotar su primer gol.

David de Dios, su entrenador en el conjunto juvenil y este año en el filial, ofrece algún detalle más sobre las cualidades de Mina. "Tiene muchas cosas, pero sobre todo la virtud del gol. No los marca por casualidad: finaliza con la derecha, con la izquierda, de cabeza, todo lo que coge dentro del área va para adentro", observa el preparador del Celta B. Y subraya: "Siempre está ahí, o él mismo se crea la jugada o huele por dónde va a venir la pelota y la mete adentro".

Tal vez Mina ha sido tocado por la fortuna que eludió a su padre, Santiago Mina Vallespín, que llegó a debutar con el primer equipo del Barcelona y defendió fugazmente la zamarra del Celta en los primeros años ochenta. Mina padre, un zaguero expeditivo, no demasiado imponente pero sumamente fornido, jugó tres temporadas con el Celta, pero tuvo que abandonar prematuramente el fútbol profesional torturado por las lesiones musculares. Después de retirarse renegó del fútbol y quizá por eso ha sido la madre de Santi Mina la que ha guiado su carrera.

Toni Otero, coordinador de las categorías inferiores del Celta, recuerda "como si fuera ayer" el momento en captó al chico para el Celta cuando aún era alevín. "Me acuerdo de la primera vez que hablé con su madre después de un partido en el Campo Federativo de Coia con el Colegio Hogar. Bajaba las escaleras del campo, la paré un momento, iban los dos y le dije que estábamos muy interesados en que viniese al Celta", relata Otero. "En principio no quería venir por el tema de los estudios. Al parecer estaba un poco despistado y la madre no estaba mucho por la labor. Costó un poquito, pero al final conseguimos convencerlos", añade el responsable de la cantera céltica.

Otero no se muestra sorprendido por la precocidad de Santi Mina. Sostiene, de hecho, que la progresión del futbolista es tan solo la punta de lanza de proyecto de cantera que el club madura desde hace años, del que también son pleclaros representantes el portero Rubén Blanco y el defensa central David Costas, solo un poco mayores que Mina. "Todo esto que está sucediendo no es una casualidad, sino que responde a una programación de club. Poco a poco van saliendo jugadores y saldrán más", afirma Otero, que pide paciencia con el jugador. "Está tocado con el don del gol, pero le quedan muchas cosas por pulir", indica. Y apostilla: "Tenemos que tener los pies en el suelo. Hablamos de un chico de 17 años que ya ha debutado en Primera y que puede llegar a lo máximo pero todavía está en edad juvenil. Tenemos que ser sensatos en eso".

David de Dios destaca, mientras, la fortaleza mental de Mina. "No le afecta la presión. Sí necesitará un periodo de adaptación. También le costó subir del juvenil a Tercera, pero en cuanto se adapte irá todo rodado", dice. Y Paco Herrera corrobora: "Tiene la cabeza perfectamente amueblada. Hay varios chicos, como Rubén, David o Yelko destinados a jugar en Primera y en el caso de Santi no hay ninguna duda. Es un encanto de muchacho y muy bueno entrenando".

Vuelta al trabajo. El Celta regresa hoy a los entrenamientos en las instalaciones de A Madroa tras la jornada de descanso concedida ayer al plantel por Luis Enrique tras jugar el lunes en San Mamés. El técnico ha citado a sus futbolistas en sesión vespertina, a partir de las 18.00 horas, para comenzar a preparar el enfrentamiento contra el Villarreal, equipo revelación de este arranque de Liga, que el domingo visita el estadio de Balaídos. Uno de los focos de atención será el danés Michael Krohn-Dehli, cuyo concurso para el partido contra el equipo castellonense está, hoy por hoy, en duda debido a una leve lesión muscular.

Mal balance del rival. El Celta tiene una buena oportunidad, a tenor de las estadísticas, de regresar a la senda del triunfo con la visita este domingo del Villarreal al estadio de Balaídos, donde el conjunto castellonense no ha ganado nunca. Al "submarino amarillo" se le resiste Vigo, donde únicamente ha puntuado una vez en Liga. Fue en la temporada 2006-07, cuando un gol del internacional uruguayo Diego Forlán permitió al equipo dirigido entonces por Manuel Pellegrini empatar un choque que Baiano había encarrilado para los celestes. El otro antecedente positivo para el Villarreal llegó en el torneo copero. Fue la última vez que ambos equipos se enfrentaron en Balaídos, en una eliminatoria que superaría el conjunto gallego a pesar de l empate firmado en Vigo (1-1).