El gallego Frank Casañas terminó noveno y Mario Pestano duodécimo y último en la final mundialista de disco, con marcas respectivas de 62,89 y 61,88, sin opción a ejecutar los tres últimos lanzamientos.

Pestano, capitán del equipo español, había pasado a la final con la décima marca entre doce y su objetivo declarado era, precisamente, estar entre los 10 mejores, pero estuvo lejos de conseguirlo.

El atleta de origen cubano y afincado en Galicia, Frank Casañas, de 34 años, quinto en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 y séptimo en los de Londres 2012, competía por segunda vez en unos Mundiales. En los de Berlín 2009, con una marca de 61,10, no superó la ronda de calificación. Aquí, con 63,17, se había metido en la final, en la que se estrenó con 62,40, un lanzamiento que hacía concebir ciertas esperanzas de acercarse a sus mejores marcas del año.

Mejoró ligeramente en su segundo tiro (62,89) y se despidió con 61,26, noveno, fuera de las ocho plazas con derecho a ejecutar otros tres lanzamiento.