Luis Enrique contó con los juveniles en la primera gran cita del verano del Celta. Ante el Oporto, Goldar, Fernán, Borja Fernández y Yelko Pino demostraron el gran valor que atesora la cantera de A Madroa. Los "pequeños budas" -debido el aspecto de algunos de ellos tras la novatada que sufrieron en la concentración de Melgaço- asomaron la cabeza en el primer test serio de la pretemporada, mostrando calidad y descaro. Así lo demostraron durante la pasada temporada, en la que acariciaron el título de la Liga juvenil, tras superar al rivales como el Real Madrid o el Barcelona.

Con David Gordal, Luis Enrique ha encontrado una buena alternativa para reforzar la línea defensiva. Fernán Ferreiroa, que en el juvenil actuaba de extremo, se ha adaptado a los rigores defensivos del carrilero y se encara con cualquier profesional aunque le doble en años y en kilos.

Borja Fernández crece al lado de una referencia como Oubiña, que también lo es de Rafinha Alcántara, con el que en Oporto compartió labores en el centro del campo sin sentir la presión del rival y el escenario, a pesar de no haber alcanzado la mayoría de edad.

Tampoco Yelko Pino tiene años suficientes para votar en unas elecciones legislativas, pero atesora una calidad técnica que sorprende incluso a Luis Enrique. Su facilidad para interpretar el juego y asistir con pases letales le convierten en una pieza muy valiosa para el futuro. Saben todos ellos que les quedan muchos defectos por pulir, menos de los que tenían cuando se incorporaron a la pretemporada del primer equipo, antes de convertirse en los "pequeños budas".