Los problemas económicos del Atlético eran bien conocidos en los corrillos y despachos. Desde enero empezó a rumorearse que el club podía desaparecer. Pero la mayoría debió creer en el milagro habitual de última hora. El estallido rojiblanco retrata la crisis del balonmano, destroza el ecosistema de la Asobal e inunda el mercado de grandes jugadores, de repente en paro.

La renovación de Talant Dujshebaev como entrenador parecía un claro síntoma de que la situación podía solucionarse. El técnico incluso había enrolado en el proyecto a su hijo, el prometedor Alex. "He gritado tanto en el último año que ya no sé cómo hacerlo para que alguien me oiga", decía ayer Dujshebaev. "Pensé hasta el último día que seguíamos y sacaríamos esto adelante, pero la situación del país es mala. He viajado por todo el mundo con un nombre tan importante como es el Atlético de Madrid buscando patrocinadores y no he obtenido respuesta", dijo. En cuanto a la cantidad necesaria para salvar al equipo, el técnico explicó que son "aproximadamente 1.700.000 euros y más dinero para montar el equipo".

Los representantes de los jugadores les buscan ahora acomodo en un mercado que está ya bastante pasado de cocción. Entre las piezas, agunas de tanto prestigio como Hombrados, Aginagalde, Cañellas, David Davis, Barachet, Jurkiewicz, Kallman...

La desaparición del Atlético roba todo atisbo de emoción a la Liga, que conoce de antemano su campeón: el Barcelona. Los azulgranas, reforzados además con astros como Nicola Karabatic, podrán centrarse en la Liga de Campeones. Aunque la falta de competitividad en los torneos domésticos les puede pasar factura. "El Barcelona sale perjudicado con la desaparición del Atlético de Madrid, ahora se queda sin competición, entre comillas", resume Dujshebaev.

La conmoción alcanza la categoría de trauma en un balonmano español que es bien consciente de sus miserias, a pesar de la reciente conquista del Campeonato del Mundo por parte de la selección absoluta. El presidente de la patronal de clubes, Eduard Coll, afirma: "No es posible que tengamos a los mejores jugadores y técnicos del mundo y que desaparezca uno de los mejores clubes. Algo se está haciendo mal pero no tomamos medidas más rigurosas y decididas".