Un empate en el Vicente Calderón mantuvo al Mallorca en la pelea por la permanencia para la última jornada de Liga, a la que llega con vida, pendiente de otros resultados, pero con el refuerzo del 0-0 logrado ante el Atlético de Madrid, al que resistió en el tramo final e incluso le inquietó en algún momento.

En un encuentro sin demasiadas ocasiones, con los festejos del equipo local por la consecución de la Copa del Rey, con más opciones para el conjunto rojiblanco, pero también con alguna respuesta visitante.

El Atlético, en cambio, ya lo tiene todo hecho este curso. Tercero en la tabla desde hace un par de semanas y campeón de la Copa del Rey hace nueve días en el Santiago Bernabéu, un título por el que fue aclamado por la afición en los minutos iniciales, su objetivo se centra en terminar con los máximos puntos posibles.

Una meta menor en las dos últimas citas comparada con la del Mallorca. El equipo balear se jugaba todo en el Calderón. La derrota le enviaba a Segunda, pero el empate y el triunfo le daban vida para el último episodio de la Liga.

En los primeros minutos el Mallorca pareció capaz de discutirle el dominio al Atlético, cuando trenzó alguna jugada interesante y cuando probó a Courtois, que salvó el 0-1 con una ágil parada ante el israelí Tomer Hemed, o se plantó con cierta relevancia en el área.

Un gol anulado por fuera de juego a Falcao encendió las alarmas en el Mallorca. Un tanto le mandaba a Segunda. La tuvo de nuevo el goleador rojiblanco, que lanzó desviado ante Aouate; después Mario Suárez, con un cabezazo. Filipe Luis fue evacuado en camilla en el minuto 90 y el Mallorca aguantó, a punto estuvo de marcar en los instantes finales y se llevó un punto que le mantiene con vida para la última jornada.