- ¿Ha sido complicado recuperar a los jugadores del disgusto de la final de la Copa de Campeones?

- Ha sido fácil. Quizás lo más difícil era recuperarlos físicamente. Llegamos muy justitos a esa final. Hubo gente con pinchazos, cargados, con posibles roturas. Hasta el jueves no tuvimos a la plantilla al completo.

- Pero sí se han restablecido a nivel anímico.

- Están bien. Ahora se empiezan a dar cuenta de lo que han hecho. No pueden sentirse tristes de ninguna de las maneras. Son subcampeones de España. Ya lo hubiésemos firmado al inicio. Es duro uno o dos días. El martes ya encontramos otras caras, ya había más felicidad en el entrenamiento. No me preocupa eso, sino el tema físico o la relajación que podamos tener.

- Afrontan ahora una eliminatorio a doble partido. ¿Sirve de referencia el partido del Barça en A Madroa ante el Las Palmas?

- El estilo es el que todos conocemos del primer equipo, aunque con pinceladas diferentes. Cada entrenador tiene sus matices. Manejamos vídeos de ellos y el partido de A Madroa también nos sirve. Ellos no van a cambiar su filosofía y nosotros, tampoco. Nos tomamos la ida y vuelta como un solo partido, el de este domingo. Jugaremos y competiremos. A partir del resultado que obtengamos ya pensaremos en la vuelta. Si pensamos que es a doble partido, el Barcelona nos puede meter varios goles en cualquier momento. Tienen calidad y presupuesto para eso.

- Uno presupone que el Barça tendrá mucha posesión, lo que aumentaría el desgaste de sus jugadores. ¿Le discutirán el balón?

- La idea es más o menos la que mostramos ante el Real Madrid en Copa de Campeones: discutirle la pelota dentro de las posibilidades que tenemos. Será complicado. Nadie le discute el balón al Barcelona. Pero tenemos que intentarlo el mayor tiempo posible. Si ellos tienen normalmente un 70 por ciento de posesión, querremos limitarlos a un 55. Nosotros no podemos cambiar porque no sabemos hacer otra cosa. El Barcelona nos obligará quizás a juntarnos un poco más, a defender más de lo habitual. Pero viendo nuestro partido ante el Madrid, somos capaces de hacerlo.

- Bermejo les ha dicho a sus jugadores en el vestuario de Balaídos: "Estas taquillas pronto podrán ser vuestras". El celtismo se ha entusiasmado con esta generación. ¿El grupo ha sabido asimilar tantas expectativas?

- Fue difícil al principio. De este equipo no se hablaba nada. Empezamos a distanciarnos en la Liga y empezó a hablarse de él. Ese momento sí fue complicado. Ahora ya no. Se habló de que éramos muy buen equipo cuando ganamos al Real Madrid. Tuvimos que competir a los tres días y ganamos al Villarreal. Y dos días después volvimos a competir en la final, aunque no ganásemos. Hemos dado ese paso. No son jugadores que se crezcan. Son competitivos. Buscan ganar cada partido. Ese tema me preocupaba y ya no, viendo todo lo que hemos pasado esta temporada: subían tres jugadores con el primer equipo, a la semana otros, les iban haciendo contratos? Al principio chocaba. Ni los jugadores ni nosotros estábamos acostumbrados. Hemos superado esa fase. Nos lo tomamos con normalidad.

- También le han llovido elogios a usted.

- Sabemos dónde estamos. Esto es fútbol. Eres subcampeón de España y eres muy bueno; pierdes contra el Barcelona y eres muy malo. Somos los mismos de siempre, ni tan buenos ni tan malos. Nos gusta esto. Como les dije desde el primer día, las treinta personas que componemos el juvenil A nos metemos en una burbuja. A partir de ahí vendrán cosas positivas y negativas, elogios que agradeceremos y palos de los que aprenderemos.