Un fuera de juego descomunal; un error clamoroso, de un calibre que los más veteranos no recuerdan. El gol anulado al Celta en el Benito Villamarín sigue candente hasta en los foros más neutrales. "Es indignante que el Celta pueda descender por un error así", bramaba el tertuliano Roberto Gómez en Teledeporte. - incluso el colectivo arbitral avala la gravedad, como se comprueba en el castigo al juez de línea -con solo un precedente en la Liga- que invalidó la acción protagonizado por Andrés Tuñez que hubiera supuesto el empate, con diez minutos por delante para buscar un mayor premio.

El discurso público del Celta amaina tras las comentadas declaraciones de Quique de Lucas y Natxo Insa, a los que Abel Resino defiende: "De alguna forma quiero que se comprenda a Natxo y a Quique. En los últimos cinco o seis partidos el Celta no ha tenido suerte con los arbitrajes y me gustaría que algunos entrasen después de los partidos al vestuario para ver cómo se encuentran por errores que han cometido otros. A veces esto les puede llevar a hacer alguna declaración de la que después se arrepientan. Pero hay que comprender que la impotencia es tan grande que explotan".

Resino ha emitido una clara instrucción a sus hombres: "Esta polémica la vamos a terminar porque no nos lleva a ningún sitio. Les he dicho a los jugadores que no quiero que hablen más de los árbitros". También aparca su petición de que el club entre en liza en la cuestión arbitral: "El club tiene una forma de actuar que yo respeto absolutamente".

Lo cierto es que el dolor y la indignación no menguan cuando se apagan las grabadoras. De Lucas, más allá de su polémica petición de que se investigase posibles apuestas arbitrales, decía de forma contundente sobre la jugada: "No hay explicación, lo que nos puedan contar solo se lo pueden creer ellos. En los últimos ochenta años de fútbol, este fuera de juego es el más claro que no era". Y un exjugador del Celta, Iomar do Nascimento 'Mazinho', concuerda con el análisis. No le alcanza la memoria para los ochenta años que De Lucas fija metafóricamente. Pero el brasileño sí repasa sus 47 años de vida o sus casi dos décadas literales como profesional y confirma: "Nunca vi un fuera de juego tan exagerado como el del partido contra el Betis, es difícil entenderlo", dijo en declaraciones en la Radio Galega.

Lo que sorprende evidentemente es el margen espacial que el juez de línea ignora. Estudios sobre el fuera de juego aclaran la dificultad de fijar la vista en dos puntos diferentes. En lo que se tarda de ir del pasador al receptor se puede confudir algo más de un metro, según ciertos estudios. Pero es que Túñez arranca a más de tres metros del último defensor. Que Ruiz Casado, el asistente de Fernando Teixeira, alzase el banderín solo puede explicarse como que mezcló en su percepción a dos jugadores diferentes. Un error clamoroso.

Tampoco el Comité Técnico de Árbitros maneja hipótesis viables que descarguen de culpa a Ruiz Casado, que no formará parte del equipo de Teixeira en los próximos encuentros. Es el castigo que se conoce como la "nevera", destino no tan acostumbrado acotándolo a un linier concreto del Getafe-Osasuna.