El Valladolid, con un gol de su ariete Javi Guerra nada más iniciarse el segundo período, certificó matemáticamente la permanencia en la Liga BBVA, mientras que al Deportivo se le complica su continuidad en Primera.

Desde el comienzo se detectó, al margen del alto ritmo de juego, la apuesta visitante por hacerse con el control del esférico. Los locales no estaban tan certeros en las transiciones como los del Deportivo, a los que se les nublaba la claridad en los metros finales.

La solidaridad defensiva no minaba el ataque del equipo vallisoletano, que comenzaba a desperezarse y alternaba posesiones pausadas con otras vertiginosas, como la que propició la primera ocasión del partido a los 23 minutos de juego y que llegó después de un centro de Larsson por la izquierda que peinó Ebert y empaló Óscar en el borde del área. Se marchó alto.

En la reanudación, al Valladolid se le vio más revolucionado e incisivo. De este modo, un centro de Rukavina fue despejado por Silvio y el balón casi se cuela por escuadra derecha de la meta de Aranzubía, quien no pudo evitar el primer tanto del partido en el córner posterior.

Fue lanzado por Ebert. El balón se paseó dentro del área pequeña y encontró a Javi Guerra, quien, de tacón, lo envió al fondo de las mallas. El Deportivo se vio obligado a jugárselo todo. No pudo porque el Valladolid se adueño del balón, contemporizó y se mostró sólido ante las embestidas visitantes.

El Deportivo fue adquiriendo más presencia en campo contrario, aunque deslavazada y cansina. Mateu Lahoz anuló un gol a los visitantes por fuera de juego.En los compases finales, el Valladolid se dedicó a despejar balones ante un asedio del Deportivo que finalmente no obtuvo el premio del empate.