Faltó el paso definitivo. El equipo vigués no pudo culminar su buen papel en la Copa de Campeones conquistando el título. Los hombres de David de Dios ya habían hecho historia. Habían logrado meterse en la segunda final en la historia de la final. Por juego muchos daban al cuadro celeste como el favorito. Sin embargo, el Sevilla, vigente campeón, evitó que los anfitriones pusiesen la "guinda" a lo que habría sido una semana brillante. El poderío defensivo de los hispalenses, así como el papel de Carlos Fernández, junto a Mina la otra "estrella" de la Copa de Campeones, fueron determinantes para que el torneo no quedase en Vigo. A pesar de la derrota, el celtismo se rindió a sus jóvenes héroes.

El Celta Juvenil llegaba a la cita justo de fuerzas. Por ello, David de Dios se veía obligado a realizar cambios en el once que metió al cuadro celeste en la segunda final de la Copa de Campeones de su historia. El técnico vigués introducía tres novedades en la formación inicial. David Goldar, Samuel y Fernán se quedaban en el banquillo. Sus recambios serían Jordan Domínguez -que sería la pareja de David Costas en el eje de la zaga, Alberto Rey y Varela.

Los pronósticos del encuentro se cumplieron. El Sevilla cedía la iniciativa a un Celta que asumió el rol de llevar el peso del partido. Los anfitriones tenían la posesión del esférico, pero eran incapaces de derribar el sistema defensivo diseñado por Agustín López.

Los hispalenses se sentían cómodos con ese guión de partido. En ataque el peligro recaía sobre Carlos Fernández, una de las grandes estrellas de esta edición de la Copa de Campeones. El delantero andaluz creó espacios para que sus compañeros pusieran en aprietos a la defensa celeste. Primero fue Abel, con un disparo cruzado, el que obligó a Yago Novoa emplearse a fondo. Poco después, Curro remataba fuera una dejada brillante del prometedor Carlos Fernández.

El Celta llevaba el peso del partido. Sin embargo, el peligro lo protagonizaba el conjunto hispalense. A los diez minutos llegaría una de las jugadas decisivas del partido. López Rodríguez señalaba penalti por mano de Pablo Pérez . Pavón no perdonó desde los once metros y abría el marcador para el equipo andaluz.

Los hombres de David de Dios continuaban sin crear peligro. La posesión del balón no se traducía en ocasiones. Caro apenas tenía trabajo ante la excelsa labor defensiva sevillista. La más clara para las anfitriones la tendría Santi Mina. El delantero celeste, tras una gran dejada de Thaylor, remataba a puerta, aunque su disparo era rechazado a córner por un jugador hispalense.

El encuentro se fue al descanso con un Celta desquiciado por la solidez defensiva y las constantes pérdidas de tiempo de su adversario. Las ocasiones seguían sin llegar. El Sevilla tiraba de pragmatismo, un estilo de juego más propio del fútbol profesional que de las categorías inferiores. Poco juego hubo en la recta final del primer período, en la que el colegiado llegó a mostrar hasta cuatro amarillas a ambos conjuntos.

El segundo acto comenzaba con mazazo. Carlos Fernández batía a Yago Novoa tras cabecear un centro de Modesto. David de Dios movió banquillo. Dio entrada a David Goldar y Samuel. La presencia del capitán del equipo vigués motivaba que Jordan Fernández fuera la pareja en la sala de máquinas de Borja Fernández.

El partido continuaba por los mismos derroteros. El Celta era incapaz de traducir la posesión en ocasiones de gol. Sus jugadas morían constantemente en la zona de tres cuartos ante un Sevilla que seguía siendo implacable en el trabajo defensivo. Garrido metió el susto a los anfitriones al cabecear fuera un saque de esquina. A balón parado llegaría la más clara para los hombres de David de Dios. David mandaba a la red una falta botada por Goldar. Sin embargo, el árbitro anulaba el tanto del central céltico al señalar situación antirreglamentaria.

El ataque del Celta seguía chocando contra la muralla hispalense. Caro no tenía trabajo. Su defensa se mostraba inexpugnable para Santi Mina, Thaylor y compañía. El conjunto vigués inyectaría un halo de esperanza para los últimos minutos del choque. El árbitro señalaba pena máxima por derribo de Santi Mina. El delantero del cuadro celeste reducía distancias desde los once metros. Había partido. Quedaban diez minutos para, como mínimo, forzar la prórroga. Sin embargo, los hombres de David de Dios sufrirían un nuevo varapalo. Juanje culminaba de disparo cruzado una contra del Sevilla.

El Celta volvía a estar fuera del partido. La grada agradecía el esfuerzo de los suyos, que no arrojaron la toalla a pesar de que el encuentro estaba visto para sentencia. Alberto aprovechaba el rechace de una parada de Caro al potente chut de David Costas para invitar a pensar en el milagro. Quedaban segundos para forzar el tiempo extra. Sin embargo, el conjunto vigués había despertado demasiado tarde. Encontró la lucidez en los últimos metros ante un Sevilla compacto, sólido atrás y que conquista por segundo año consecutivo la Copa de Campeones gracias al trabajo colectivo y al fútbol de Carlos Fernández, uno de los futbolistas con más proyección del fútbol español.

El cuadro vigués, desolado, agradeció la ovación de la grada. El celtismo se ha rendido a su futuro. El equipo de David de Dios ha conquistado el corazón de una afición que se ha ilusionado con un grupo que está llamado a conseguir grandes cosas en los próximos años. Santi Mina -máximo goleador del torneo-, David Costas, Yelko Pino, Fernán y un largo etcétera son la confirmación del buen trabajo de A Madroa, una factoría que sigue funcionando a pleno rendimiento.

Ficha técnica:

Sevilla: Caro; Modesto, Garrido, Belmonte, Mato; Antonio (Guirón, 53´), Borja (Beto, 84´), Curro, Abel (Juan, 68´); Pavón (Falcón, 90´) y Carlos Fernández (Juanje, 57´).

Celta: Yago Novoa; Pablo Pérez (Miguel, 63´), Jordan, David Costas, Alberto Rey (Samuel, 53´); Borja Fernández, Álvaro Casas (David Goldar, 53´); Varela (Oki, 77´), Yelko Pino, Santi Mina; y Thaylor (Alberto, 63´).

Goles: 1-0: Pavón (penalti) (11´); 0-2: Carlos Fernández (48´); 1-2: Santi Mina (penalti) (80´); 1-3: Juanje (89´); 2-3: Alberto (93´).

Árbitro: López Rodríguez. Mostró tarjeta amarilla por parte del Celta a Pablo Pérez, Varela, Yelko Pino, Borja Fernández y Oki mientras que por parte del Sevilla vieron cartulina amarilla a Borja, Modesto, Antonio, Garrido y Curro. Expulsó a Jordan Domínguez (92´) por doble amarilla.