Por segundo año consecutivo, la Juventus de Turín volvió a festejar la consecución del "scudetto" con su propia cuenta de títulos de la Liga italiana, pues aficionados y jugadores exhibieron de nuevo pancartas con el número 31, las veces que reclaman que han ganado el campeonato.

La cuenta oficial de títulos ligueros que el equipo tiene, a la que se suma ya el logrado ayer de modo matemático al vencer por 1-0 al Palermo, es de 29, pero a ese número los "juventinos" le añaden dos más, los que les fueron retirados con motivo del escándalo de corrupción del "calciopoli".

El título logrado en la temporada 2004-2005 le fue retirado a la Juventus, quedando desierto, mientras que el de la temporada siguiente le fue adjudicado al Inter.

Más allá de esos números, éste es el segundo título liguero consecutivo para el equipo bajo las órdenes del técnico italiano Antonio Conte, quien tuvo que hacer frente hasta el pasado diciembre a cuatro meses de inhabilitación por su implicación en el último escándalo de fraude en las apuestas deportivas y amaño de partidos en la época en que entrenaba al Siena.

Conte fue uno de los primeros en saltar al césped del Juventus Stadium con el pitido del árbitro al final del encuentro, celebrando así la consecución del título en un año en el que el equipo volvió a brillar en Europa, llegando hasta los cuartos de final de la Liga de Campeones.

Junto a él, el resto de la plantilla celebró el título de modo completo, después de que el año pasado la fiesta se viera en parte empañada por la decisión del veterano capitán Alessandro del Piero de abandonar el equipo.

La fiesta de los jugadores tuvo que trasladarse enseguida al vestuario, después de que algunos aficionados consiguieran saltar al campo, levantando incluso parte del césped y cortando la red de la portería para llevárselos a casa como recuerdo.

Ya en las calles de la ciudad de Turín la celebración del título de Liga comenzó apenas instantes después de que concluyera el encuentro, en el que fue decisivo el tanto de penalti del chileno Arturo Vidal.