La Cadena Ser desveló ayer que en el vestuario del Levante, en el descanso del partido que le enfrentó al Deportivo en la jornada 31, hubo una fuerte discusión entre Javier Barkero y un grupo de jugadores entre los que se encontraban Gustavo Munúa, Sergio Ballesteros Juanlu y Juanfran, a los que el vasco acusó de falta de intensidad.

Los quince minutos que transcurrieron entre el gol de Valerón (0-1) y el de Nelson Oliveira, en el 0-3 con el que se marchó el Deportivo al descanso, son los que originaron que Barkero entrase en el vestuario gritando "no quiero participar en esta mentira de partido, esto es una farsa". Munúa le replicó: "¿Qué estás insinuando? Si nos comimos cinco goles en el Bernabéu y nos han hecho tres en un cuarto de hora".

A partir de ese cruce de palabras se originó una discusión todavía más fuerte, acompañada del lanzamiento de botellas de bebidas isotónicas que había en ese momento en el vestuario, hasta que entró Juan Ignacio Martínez, que trató de poner orden.

Al día siguiente, en el entrenamiento, los jugadores se reunieron sin el entrenador y Barkero dijo delante del grupo que tuvo dudas sobre el comportamiento de Munúa, Ballesteros, Juanfran y Juanlu, que jugó los últimos 20 minutos de partido. Éstos les recriminaron las acusaciones y que enseñara las pruebas si quería, a lo que Barkero respondió que no tenía, sino que era una sensación de falta de entrega.

En la jornada siguiente, ante el Barcelona, el técnico del Levante decidió sentar en el banquillo a Munúa y Ballesteros, que tampoco jugaron ante el Celta, partido en el que Barkero falló un lanzamiento de penalti.