Solo han pasado veinticuatro horas desde que finalizó el Campeonato de España Absoluto, y Beatriz Gómez todavía no asimila el éxito conseguido en la piscina de Rías do Sur, en donde en cuatro jornadas logró tres mínimas que le permitirán estar en el próximo Mundial que se celebra en Barcelona en julio. La pontevedresa sumó tres medallas, dos de plata y una de bronce, tras poner en aprietos a la medallista olímpica Mireia Belmonte.

- Acaba de lograr tres medallas, con mínimas incluidas, que le permitirán estar en el Mundial de Barcelona, pero además pendiente de poder forma parte de los relevos, ¿era ese el objetivo con el que inició la competición?

- Si tengo que ser sincera no esperaba que me fuese todo tan bien. Estoy muy contenta, porque cumplí con los objetivos, es más, creo que con creces, pues se puede decir que todo me ha salido a la perfección.

- De todos modos, antes de iniciar la competición nos había dicho que se encontraba en buena forma.

- Estaba muy preparada, tanto psicológicamente como físicamente, pero te quedan dudas sobre lo que pueden hacer tus rivales. Cuando llega el momento es cuando tienes dudas sobre lo que realmente puedes conseguir en el agua, porque no sabes con lo que te puedes encontrar.

- Hablando de dudas, manifestó que tenía miedo a que la responsabilidad de nadar en casa le pudiese crear cierto nerviosismo a la hora de competir, ¿al final le benefició o le perjudicó el apoyo de la afición?

- Solo tengo palabras de agradecimiento por el apoyo que me han dado durante estos cuatro días. Creo que sin él no habría podido lograr esas medallas. Por esta vez tengo que decir que no tuve nervios en ninguna de las pruebas.

- Ha logrado tres mínimas, se ha clasificado para estar en el Mundial, ¿a partir de ahora cuales son sus objetivos prioritarios?

- Me gustaría poder rebajar las marcas actuales, pues eso me permitiría estar en las finales de las diferentes prueba. Es complicado, por eso hay que seguir trabajando para poder competir y poner en apuros a las mejores.

- ¿Piensa que en Barcelona puede sumar alguna medalla, o todavía está muy lejos de alcanzar ese éxito?

- Eso sería un sueño, pero no se puede descartar nada, porque voy a salir a darlo todo y quién sabe lo que puede pasar de aquí al mes de julio.

- ¿Los éxitos alcanzados en el Nacional le dan confianza para creer más en si misma?

- No cabe duda de que estas medallas me van a ayudar de cara al futuro, pues he demostrado que puedo competir al más alto nivel.

- La natación es un deporte muy sacrificado, ¿cuántas horas estaba entrenando diariamente?

- Entre cuatro y siete horas todos los días.

- ¿En algún momento se le pasó por la cabeza dejar la natación?

- Hay momentos malos, pero al final te llegan las recompensas y ves que merece la pena hacer este sacrificio.

- ¿Para usted las discotecas son algo desconocido?

- La verdad es que sí. A veces mis compañeras de clase me comentan cosas, pero para llegar aquí hay que cuidarse muchísimo, no me puedo permitir ese lujo, o una cosa o la otra.

- Tanto Pepín Rivera como Álvaro Reiriz tienen que estar muy contentos con los resultados alcanzados.

- Supongo, pero no hemos hablado de la situación. Me imagino que más adelante comentaremos cómo fue el campeonato.

- ¿Competir con Mireia Belmonte es un hándicap o le beneficia a la hora de afrontar las pruebas?

- En estos momentos me favorece. Es un estímulo verla nadar por delante y poder seguir su ritmo.

- ¿Cuándo se le podrá ver acabar una prueba por delante de ella?

- De seguir con esta trayectoria creo que no me faltará mucho, pero todavía no me he marcado ninguna fecha para superarla en una prueba.

- De todos modos tiene la ventaja de la edad. Usted tiene dieciocho años y ella veintitrés, lo que le hace tener un futuro muy halagüeño.

- Todo hace indicar que puedo ser su relevo en las competiciones, que puedo ocupar su lugar en el futuro, pero todavía no es el momento de pensar en esa situación.

- ¿Cuándo comenzó a hacer natación esperaba ser un referente a nivel nacional, participar en una Olimpiada o acudir a un Mundial?

- No esperaba nada de nada. Cuando empecé a nadar le tenía miedo al agua y era malísima. Pensé que me echarían del club por lo mal que lo hacía.

- Para llegar hasta aquí es vital el apoyo de la familia pues es muy difícil compaginar los estudios con los entrenamientos.

- Es fundamental. Me apoyaron desde el primer día y eso me permitió seguir entrenando y tener más ilusión, pues como digo al principio lo pasé mal. Hoy no me arrepiento de haber seguido con los entrenamientos.

- Se especula con la posibilidad de que en el futuro deje el Centro Gallego de Tecnificación Deportiva de Pontevedra y se vaya a entrenar a otro lugar, ¿qué hay de cierto?

- Por el momento no hay nada. Lo cierto es que este año acabo los estudios en Pontevedra y tengo que pensar en dónde voy a hacer una carrera. Pero todo ello sería tras el Mundial. Es algo que hay que estudiar y tomar la decisión cuando llegue el momento.

- ¿El club y sus entrenadores tendrán también opción a decidir?

- Lo hablaremos en su momento, pero ya digo, es algo que está sin decidir y habrá que pensar qué es lo mejor.