El Real Madrid rompió su racha de tres derrotas consecutivas tras superar al CAI Zaragoza a domicilio gracias a su mayor serenidad en el último cuarto en el que, tras verse superado por su oponente no le pesó dicha circunstancia, al revés que le ocurrió al equipo aragonés.

Éste, que había sufrido mucho durante el encuentro para equilibrar un marcador adverso, cuando lo logró no supo rematar la faena porque pareció ponerse nervioso cuando se vio con opciones de ganar, y al final acabó cediendo ante un Madrid con mucho oficio.

Los enormes problemas que tuvo el conjunto local para cerrar el rebote defensivo al inicio del partido provocaron que el equipo de Laso se adelantara con comodidad en el marcador.

Los seis rebotes ofensivos del Real Madrid en el primer cuarto, unidos a un gran acierto en los lanzamientos de dos puntos (89%) le concedieron una renta de ocho puntos al final de los diez primeros minutos (13-21).

Un conjunto maño crecido consiguió adelantar a su rival (62-59) en el primer minuto del último cuarto, pero un parcial de 0-6 de su rival devolvió el encuentro a la tónica de siempre.

El CAI no supo asimilar el golpe y al final perdió con más amplitud en el marcador que en el juego porque a falta de 1.43 caía por tres puntos (72-75).