El entrenador del Real Madrid, el portugués José Mourinho, agradeció el respaldo de su exjugador del Inter de Milán Goran Pandev en las acusaciones de desvío de votos en la elección a mejor entrenador del mundo y sembró de dudas su futuro.

En la presentación de una exposición inaugurada este sábado en Setúbal (sur de Lisboa) por sus 50 años, Mourinho aclaró que su incomparecencia en la gala de Zúrich no se debió a que no fuese a ganar.

"Mi intención fue solo una, que las personas sepan que no deje de ir porque no ganaba. Probablemente no ganaría de todas formas. Las cosas están claras y nadie me puede criticar. No tengo nada más que decir", expresó.

No obstante, el técnico nacido en Setúbal expresó su gratitud al macedonio Pandev, quien aseguró esta semana que su voto al mejor entrenador del mundo estuvo adulterado, a pensar de que la FIFA publicó un documento para probar lo contrario.

"Quería agradecer a una persona de las muchas que me llamaron. Agradecer a aquel que tuvo la honradez y la fuerza de asumirlo públicamente, porque sé que no es fácil", expuso el entrenador luso, quien confirmó que se trataba del apoyo del propio Pandev.

Mourinho, con contrato en el Real Madrid, abordó enigmáticamente su futuro.

"Toda la gente sabe que tengo espíritu aventurero. Para ellos (familia) no es fácil. Vamos ver qué pasa. Después de Inglaterra, Portugal, Italia y España, no es fácil un nuevo destino. Puede ser un destino repetido", señaló.

En su intervención, ahondó en el misterio acerca de su futuro: "Hay cosas que pueden estar a punto de pasar y nadie se imagina", apuntó.