El Celta peleará ante los estamentos disciplinarios de la Liga para que a Iago Aspas le impongan la sanción mínima tras ser expulsado el viernes en Riazor por propinar un cabezazo al defensa del Deportivo Carlos Marchena. El club anunció ayer que presentará alegaciones previas ante el Comité de Competición, que se reunirá mañana y que posteriormente hará público el castigo al delantero de Moaña por la tarjeta roja que Velasco Carballo le mostró en el clásico gallego.

Una agresión a un contrario se castiga con cuatro partidos, como mínimo, mientras que puede rebajarse a la mitad si se considera que la acción de Aspas sobre Marchena fue un comportamiento violento. En los argumentos que utilizará para solicitar una menor pena, el Celta recordará algunos casos recientes en el fútbol español, como son los de los sevillistas Kondogbia y Medel, que en acciones parecidas a la protagonizada por Aspas el pasado viernes recibieron dos partidos de sanción.

Aunque había dudas, el Celta acordó finalmente presentar alegaciones previas al fallo del Comité de Competición por la expulsión de Aspas en Riazor. En el acta, el árbitro madrileño recoge que Iago Aspas Juncal "fue expulsado por el siguiente motivo: dar un cabezazo a un jugador contrario estando el juego detenido".

Si atiende únicamente al relato de los hechos que consta en el acta arbitral, el Comité de Competición impondrá mañana una sanción de entre cuatro y doce partidos al ariete céltico. Sin embargo, el club vigués pretende matizar las apreciaciones del árbitro e intentará demostrar que no hubo agresión sino que se trató de un lance del juego. El Celta defiende que Marchena pisó a Aspas antes de caer sobre el atacante de Moaña y que entonces éste se revolvió al sentir el golpe en su espalda y golpeó con la cabeza en el rostro del defensa sevillano.

De la agresión que consideró el colegiado madrileño al comportamiento violento que defiende el Celta existe un matiz importante que también se ve reflejado en la sanción. La primera tiene un castigo de cuatro a doce partidos y la segunda de uno a dos. Y a eso se aferra el Celta, introduciendo en sus alegaciones ejemplos recientes de partidos en Primera División.

El ejemplo más parecido es el que protagonizaron Medel y Cesc, en un Sevilla-Barcelona. El chileno le dio un cabezazo al catalán, que cayó al suelo fulminado. Sin embargo, el Comité de Competición consideró que Cesc había exagerado la acción y Medel recibió dos partidos de sanción.

Más recientemente, su compañero Kondogbia le dio un pisotón a Diego Costa sin balón, en un Sevilla-Atlético de Madrid. En este caso, Competición le impuso cuatro partidos de castigo al centrocampista francés, aplicando el artículo 98 del Código Disciplinario de la Real Federación Española de Fútbol. Sin embargo, su club presentó recurso ante el Comité de Apelación, que rebajó la pena a dos encuentros sin jugar.

Aspas, que no cuenta con antecedentes, espera que su expulsión en Riazor solamente le obligue a perderse los partidos ante el Barcelona y el Rayo Vallecano, ambos en Balaídos, para volver al equipo en el desplazamiento a Mallorca, uno de los rivales directos por la permanencia en Primera División.

El Celta hará todo lo posible para evitar un castigo mayor para el delantero de Moaña, que hoy será llamado a la sede del club para informarle que se le impondrá un multa "muy elevada" por una expulsión que ocasionó un grave contratiempo al equipo vigués, que tuvo que afrontar con el marcador en contra y durante una hora con inferioridad numérica el clásico del fútbol gallego.

Las medidas disciplinarias internas también afectarán a Hugo Mallo por su reprobable comportamiento durante la jornada del viernes, en la que se fotografió con un cartel ofensivo contra el Deportivo y en la grada de Riazor mantuvo una actitud desafiante con la afición deportivista, incluidos gestos obscenos.