El Academia Octavio, tras concluir en Logroño la serie de encuentros contra los cuatro primeros clasificados de la Liga Asobal, inicia el asalto final a la permanencia. Quedan nueve encuentros, muchos de ellos contra rivales directos en esa angustiosa lucha. No parece el caso del Quabit Guadalajara, que hoy visita As Travesas, y que dispone de un colchón de seguridad y un calendario favorable. Sin embargo, las cuentas académicas de la salvación exigen prácticamente el pleno en los partidos de casa y el Quabit figura entre los contrincantes asequibles, como pudo verse en la primera vuelta.

Claro que la competición cambia siempre mucho tras el parón navideño, especialmente en los últimos años. La precariedad financiera que padecen muchas entidades despuebla las plantillas. En el caso del Octavio se ha ido Polakovic, el gran protagonista de aquel partido en Guadalajara. Fue al eslovaco al que le colgaron un balón para que intentase empatar el partido en el último segundo. Polakovic recibió una clara falta que los árbitros no señalaron. Es la misma pareja arbitral que hoy pita, algo que en el seno del Octavio no ha sentado bien.

El largo desierto que ha atravesado el Octavio, anclado en 11 puntos, y la reacción del Valladolid ha conducido a los vigueses a la penúltima posición, en zona de descenso. El Quabit, por su parte, llega con 15 puntos tras lograr ante el colista su primera victoria en 2013. El marcador (28-22) prueba que los hombres que dirige Mateo Garralda tampoco están sobrados. El técnico visitante ha vaticinado, según Efe, un "choque duro, intenso e igualado". Advierte un cambio en el estilo académico. "Ellos tienen un bloque experimentado, paciente en ataque, esperando su oportunidad para lanzar. En defensa han cambiado y ahora salen hasta los nueve, diez e incluso once metros. Son más agresivos y duros, con mucha movilidad. Nos puede venir bien siempre que mis jugadores reciban el balón en movimiento y tengan también paciencia y concentración".

Garralda tiene a todos los jugadores a su disposición, si bien varios jugadores arrastran algunas molestias y el que más dudas genera es el portero Carlos Barbero por sus problemas en un isquiotibial. Una situación similar a la del Octavio porque a estas alturas de la temporada los pequeños problemas físicos se multiplican. En principio, la única baja segura es la de Pablo Macías.

Los académicos han experimentado notables altibajos en su juego a lo largo de la campaña. En esta ocasión son conscientes de que necesitarán su mejor versión para someter a un Guadalajara al que pretenden mantener dentro de la lucha por la permanencia.