Rafael Nadal, dos veces campeón de Indian Wells, el primer Masters 1000 de la temporada, dijo que "lo más duro" de los meses apartado de la competición por su lesión en la rodilla izquierda fue perderse los Juegos Olímpicos de Londres, donde estaba previsto que ejerciera como abanderado de la delegación española.

"Lo más duro fue perderme los Juegos Olímpicos. Cuando tuve que tomar la decisión, no me quedaba otra opción. Fue duro. No pude llevar la bandera española durante la ceremonia inaugural y representar a todos los deportes y los competidores", afirmó.

Fue un momento triste para mí. Este tipo de oportunidades no ocurren siempre. Puede que una sola vez en la vida. Y la perdí. Pero trato de ser positivo, seguir trabajando e intentar estar en Río 2016", añadió.

El tenista español, hasta este mes de febrero, había permanecido alejado de las pistas desde junio del año pasado por una rotura parcial del tendón rotuliano de la rodilla izquierda y el síndrome de Hoffa -una inflamación de la zona de tejido graso que se extiende por debajo del tendón rotuliano- que padece.

"Cuando no puedes hacer lo que deseas nunca es fácil. Soy un competidor. Sé que mi carrera no durará toda la vida, pero nunca pensé que no iba a poder regresar. No ha sido fácil estar alejado del tenis siete mes. El deporte es una parte muy importante de mi vida", señaló el número cinco del mundo, en declaraciones que recoge la página oficial del torneo.

"Lo que más he hecho es estar en el gimnasio y trabajar en mi recuperación. He podido jugar al golf, pescar, estar con mi familia y salir con mis amigos un poco más de lo habitual", agregó.

El balear se mostró optimista en su transición de la arcilla al cemento de Indian Wells, donde pondrá a prueba la mejoría de su rodilla. En las últimas semanas fue finalista en Viña del Mar (Chile) y ganó los torneos de Sao Paulo (Brasil) y Acapulco (México).

"Me siento muy bien, pero entiendo mi situación después de estar siete meses parado. No es el momento adecuado para hablar de mi rodilla. Estoy aquí para hacerlo lo mejor posible y veremos cómo responde la rodilla en una superficie dura. Los resultados en la arcilla fueron positivos, especialmente porque la rodilla iba a mejor cada semana. Ahora probaremos aquí", indicó.

Nadal debuta mañana frente al estadounidense Ryan Harrison, que venció en primera ronda al japonés Go Soeda.

En cuartos de final se podría medir con el suizo Roger Federer, que defiende en esta edición la corona ganada precisamente frente al español el año pasado.

"Estoy muy contento de que esté de vuelta", apuntó el número dos del mundo.

"No hemos tenido mucho contacto en este tiempo. Creo que él prefería alejarse de todo, lo que entiendo de verdad. Me alegré mucho de verle tan bien en Acapulco y es genial verle ahora aquí jugando en superficie dura. Espero hablar más con él esta semana", agregó.