Coches veloces para futbolistas inconscientes. Karim Benzema ha reabierto el debate sobre el gusto por la velocidad de muchos jugadores. El francés del Real Madrid ha sido el último en ser cazado por los radares. El delantero circulaba a 216 kilómetros/hora por la M-40 con su flamante Audi con renting a nombre del Real Madrid.

En la lista de futbolistas aficionados a pisar el acelerador más de la cuenta figuran otros insignes nombres como el de Michael Ballack. El alemán viajaba ´tranquilamente´ por una autovía en Cáceres a 211 km/h. A la hora de pagar la multa, de más de 6.000 euros, alegó que no podía pagar por falta de ingresos.

David Beckham, ahora en el PSG, también es aficionado a las multas por exceso de velocidad. El inglés tiene un bonito expediente de sanciones. Al futbolista se le vio por Sunset Boulevard circulando a 96 km/h, cuando la velocidad máxima en la famosa calle de Los Angeles es de 56. Asimismo, Beckham tuvo un accidente en la misma ciudad por conducir de manera temeraria y con exceso de velocidad.

Otro inglés, Río Ferdinand, se quedó sin carnet de conducir seis meses por llevar a su hijo al colegio a toda pastilla por las calles de Manchester.

Por su parte, el holandés Royston Drenthe, exjugador del Real Madrid y del Hércules, fue pillado a 160 km/h por las calles de Alicante. El chico se saltó hasta seis semáforos porque, según dijo, iba camino del hospital con una persona enferma.

Otros casos: el checo Milan Baros exprimió su Ferrari hasta los 271 kilómetros en la carretera que une Ginebra con Lyon; André Santos, del Arsenal, circuló a 230 kilómetros con su querido Maserati por las afueras de Londres; y Pepe Reina fue multado con 250 libras (unos 320 euros) por superar la velocidad máxima en Inglaterra con su Porsche 911.