Ha sido uno de los hombres del fin de semana. Mario Bermejo no sólo es clave en el vestuario, sino que su rendimiento también resulta determinante en el terreno de juego. El cántabro fue el autor del gol que supuso el reencuentro del Celta con la victoria. Derrumbó un muro, una losa psicológica que había empujado al conjunto vigués al precipicio de la Primera División.

El "nueve" celeste pasó por sala de prensa el día en el que el cuadro celeste regresaba a los entrenamientos. La voz de la experiencia manda el mensaje de que este colectivo es capaz de vencer en su feudo a un Sevilla que está al alza. A Mario Bermejo no le parecería una sorpresa asaltar el Sánchez Pizjuán (el séptimo estadio más difícil de la categoría).

El ariete tiene la receta para sumar la segunda victoria lejos de Balaídos. "Tenemos que solventar los desajustes defensivos que estamos sufriendo", apunta. El segundo máximo goleador del conjunto vigués también apela al esfuerzo y al sacrificio para sumar por primera vez esta temporada seis puntos logrados de seis disputados.

Mario Bermejo también espera que el grupo asimile cuanto antes las exigencias tácticas que quiere imponer Abel Resino. Por otro lado, el santanderino también se refirió a la posible factura física que le puede pasar al Sevilla jugar la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey ante el Atlético de Madrid. "No creo que sea determinante para el desenlace del encuentro, aunque si tiene un partido correoso, con prórroga, puede que nos beneficio porque nosotros tenemos dos días más de recuperación", sentenció.