El Blusens Universidade de Vigo atraviesa un momento pletórico. Hoy recibía al líder en el gélido As Lagoas. Pese a las bajas temperaturas, más de lo habitual, la afición no faltó a su cita. Su fidelidad hacia el deporte del oval no tiene límites. Ahora tampoco los tiene el equipo que dirige David Monreal. El principal objetivo era plantar cara a uno de los favoritos a coronarse como el mejor conjunto nacional. El Gernika comenzó adelantándose pronto en el marcador. El golpe del cuadro euskera (0-3) devolvía a los locales a la realidad.

La reacción se consumó en las últimas semanas. El Vigo Rugby había hecho los deberes. Lucha por escapar de la penúltima posición, plaza que exige garantizarse la permanencia mediante el play-off. Sin embargo, los hombres de David Monreal empezaron a creer que la victoria ante el Gernika era posible. Ash Moeke, otra vez clave, puso las tablas en el marcador al rentabilizar su fiabilidad a la hora de patear.

Fue entonces cuando emergió el delirio en As Lagoas - Marcosende. El Gernika estaba acorralado. El Blunsens Universidade de Vigo dominaba a su rival. Era superior al líder. Tenía a su merced a un gigante del rugby nacional. El XV del Olivo supo rentabilizar su dominio. Los pupilos de David Monreal ya no conocen la palabra "indulto". Basilis firmaba el primer ensayo para los locales (10-3). Gernika no se rendía. Volvía a meterse de lleno en el partido al lograr su primer ensayo del encuentro (10-8). Ash Moeke, en la recta final del primer tiempo, aumentaba las diferencias mediante otro golpeo. (13-8).

La grada vibraba. Saboreaba el mejor rugby que se puede ver ahora en España. El Vigo Rugby, en momento de gracia, tenía contra las cuerdas al Gernika. Los locales pudieron ampliar esa renta, pero quedaba todo el segundo acto para refrendar una hazaña. Los hombres de David Monreal siguieron jugando a un nivel sobresaliente. Tito ensayaba y el pateo de Ash Moeke daban otro paso más hacia la victoria ante el líder. Los vascos volvían a responder al acierto del XV del Olivo (20-15).

El Gernika seguía vivo a pesar del recital del Vigo Rugby. Sin embargo, el equipo vigués sabía que estaba ante una oportunidad histórica. Vencer al líder supondría una inyección moral enorme. La racha de puntos continuaría una semana más. El precipicio quedaría todavía más lejos. El XV del Olivo siguió mostrando esa superioridad sobre el terreno de juego. Fue cuando llegó el noqueo final para el cuadro vasco, que estaba completamente sobrepasado. Latu y Carlos de Cabo lograron sendos ensayos que garantizaban el bonus ofensivo. As Lagoas no sólo disfrutaba del juego, sino que también paladeaba su nueva víctima. El Gernika quedaba helado en el feudo del XV del Olivo, un conjunto que ha dado otro paso de gigante para lograr la permanencia en la élite del rugby nacional.