Marcos Serrano declaró ayer como testigo en una nueva sesión del juicio contra los implicados en la "Operación Puerto", que se está celebrando en Madrid. El chapeleiro habló del incidente médico que sufrió durante el Giro de Italia de 2006, ha asegurado que nunca fue "tratado personalmente" por Eufemiano Fuentes y ha negado explícitamente la versión de Manolo Saiz, que había asegurado que el gallego fue uno de los ciclistas que le pidió ser tratado por el médico canario en el equipo Liberty. Serrano declaró mediante videoconferencia desde un juzgado de Vigo.

El 19 de mayo de 2006, durante la disputa del Giro y solo cuatro días antes de que estallará la "Operación Puerto", Serrano sufrió una "intoxicación medicamentosa", según se trasladó a la Guardia Civil. El redondelano reiteró ayer que sufrió "una infección vírica" producto de la meteorología adversa durante la primera semana de carrera que le obligó a abandonar y estar ingresado, primero en Italia y posteriormente en Vigo.

"Hola soy Clara, la mujer de Serrano. ¿Podría comentar algo de Marcos?", fue el mensaje de teléfono móvil que la mujer del ciclista le escribió a Fuentes poco después del episodio que obligó a dejar el Giro a Serrano.

"La jefa del centro de salud quería explicarle a un médico que hablara italiano las instrucciones que había que seguir. El Liberty tenía médicos, pero ya estaban a 700 kilómetros porque el Giro continuaba y los dos médicos, Sergio Quiles y Raquel Ortolano, no sabían italiano. El doctor Fuentes no sé dónde estaba, pero necesitaba un galeno que supiera italiano porque Sergio no era capaz de entenderse con los médicos italianos. Seguro que el único motivo del 'sms' de Clara a Fuentes era para que hiciera de traductor", reivindicó.

"Entonces, ¿lo único que su mujer quería de Fuentes es que hiciera de traductor?", ha insistido la acusación. "Seguro, porque fui yo quien le pidió que le llamara", ha concluido Serrano. El mensaje, que fue "a un buzón de voz", nunca tuvo respuesta.

El ex ciclista, que negó que Eufemiano Fuentes le estuviera tratando a título personal en aquel momento, tal y como aseguró Manolo Saiz durante su declaración, alegó que el mal tiempo en Bélgica al inicio del Giro fue el motivo de "la gripe fuerte, dolor de articulaciones en carrera y fiebre" que sufrió, y no el shock anafiláctico defendido por la UCI por uso de suero o albúmina -un enmascarador dopante- en mal estado, algo que dijo no haber oído nunca.

"Lo fui arrastrando hasta que con el médico del equipo decidimos el abandono. Tenía la ilusión de acabar el Giro porque ese año quería hacer las tres grandes y a lo mejor el ímpetu me pudo. Mi cabezonería, la ilusión me hizo correr más con el corazón que con la cabeza. Decidimos ir a un centro de salud. Me dejaron ingresado tres días, me diagnosticaron un virus, me tenían que hacer pruebas y como no entendía lo que decían negocié con ellos para seguir en Vigo. No me diagnosticaron una intoxicación medicamentosa, en ningún momento me dijeron eso".

El abogado de la Unión Ciclista Internacional (UCI) se interesó especialmente en indagar acerca del cambio de centro médico, habida cuenta de que en aquel momento el dopaje era delito en Italia, pero no España. "Me querían trasladar para hacer unas pruebas y el centro no tenía medios. Para eso lo hacía en España, así que solicité el alta voluntaria, cogí un avión con la médico del equipo, Raquel, y fui al hospital de Vigo, donde entré por mi propio pie. Me hicieron las pruebas pertinentes durante tres o cuatro días, no mucho más. Me dieron el diagnóstico de una infección vírica", relató.

A Serrano se le mostró un documento remitido en 2006 a Eufemiano Fuentes, en el que se detallaban los "participantes del festival que tienen lugar en mayo", fecha que correspondía con el Giro de Italia, y donde figuraba su nombre junto con el de otros ciclistas como Basso, Scarponi o Ullrich. "Yo no estuve en ningún festival", comentó.

Serrano concluyó que "no puede haber ninguna bolsa de sangre" suya entre las incautadas por la Guardia Civil. Cuando la abogada de la Agencia Mundial Antidopaje le preguntó si estaría dispuesto a facilitar una muestra de ADN para cotejar, contestó: "Creo que ya lo tienen, porque en el Karpin Galicia -su último equipo en 2007- me hicieron firmar que lo ofrecía. Tendría que saber para quién es la muestra y quién me la pide. No tendría inconveniente si es para una autoridad judicial", concluyó.