El Levante ahogó con su fútbol directo al Deportivo, al que se le acumularon las desgracias en el estadio de Riazor (0-2), y escaló posiciones en la zona europea de la tabla clasificatoria, en la que el conjunto gallego continúa en puestos de descenso con diez puntos en doce jornadas.

La velocidad del nigeriano Obafemi Martins desatascó, a cinco minutos para el descanso, un partido en el que el Deportivo perdió por lesión a sus dos centrales titulares, falló un penalti que dejó con diez al Levante en la segunda mitad y tuvo que recurrir a un centrocampista como portero en los últimos 30 minutos por la expulsión de Dani Aranzubia.

El Levante tenía claro su plan en Riazor, el habitual, buscar la espalda del rival y encontrar al nigeriano Obafemi Martins, y así se adelantó al Deportivo, con un pase en largo que surgió de las botas de Munúa, fue peinado por uno de los centrocampistas del equipo, superó a la retaguardia blanquiazul, y Martins resolvió con calidad en el mano a mano con Aranzubia. Sencillo y eficaz.

El fútbol directo del Levante fue suficiente para que los de Juan Ignacio Martínez se fueran con ventaja al descanso y para que derrotaran al Deportivo a pesar de que el partido se les complicó a los ocho minutos de la segunda mitad con la expulsión de Pedro López, que vio la segunda amarilla por una mano en el área.

Podía haber cambiado entonces el rumbo del encuentro, pero Riki, desde los once metros, disparó a las nubes, minutos después estrelló el balón en el cuerpo de Munúa tras un magistral pase de Valerón.