Regresó Benzema para solucionar el problema del nueve en el Real Madrid por las lesiones y se exhibió ante el Athletic Club en una de sus mejores noches en el Santiago Bernabéu. Guió al equipo de José Mourinho a la mejor de sus imágenes, marcando, asistiendo y dejando gestos de calidad cada vez que tocó el balón.

Le acusan sus críticos de falta de sangre pero Benzema lo compensa desbordando calidad técnica. Su crecimiento se ve reflejado en su lectura del fútbol. Se mueve con inteligencia, ofrece desmarques y se asocia siempre bien con los compañeros que se incorporan de segunda línea. Es el mejor socio para todos. Ya lleva ocho asistencias de gol en menos de mitad de temporada, superando las que dio en toda la pasada. El particular pulso con Gonzalo Higuaín vuelve a estar de su lado.