Ana Peleteiro ya es historia del deporte gallego con apenas dieciséis años. La atleta de Riveira se convirtió ayer en la primera campeona del mundo júnior que da la comunidad gallega y lo hizo siendo todavía atleta juvenil, lo que le da aún mayor magnitud a su gigantesca hazaña.

La deportista del Ría de Ferrol se proclamó campeona del mundo de triple salto en Barcelona tras una actuación prodigiosa en la que batió el récord de España de su categoría tres veces hasta cerrar el concurso en una marca asombrosa de 14.17 metros, la mejor del año en España independientemente de la categoría. Es difícil explicar la dimensión de lo conseguido ayer por Ana Peleteiro. Lo hacen los números. A lo largo de la historia solo dos atletas españolas, Carlota Castrejana y Concho Paredes, han sido capaces de saltar más que ella. Ya es la tercera mejor de todos los tiempos en España siendo una atleta de dieciséis años, algo que la confirma como la gran esperanza del atletismo español.

La marca de ayer le habría valido para acudir a los Juegos Olímpicos de Londres que arrancan dentro de dos semanas, pero el plazo para conseguir mínimas se terminó el pasado domingo con lo que no existe la posibilidad de verla competir contra las más grandes del mundo. Será cuestión de tiempo porque pronto lo hará. La representante española en esa prueba en la cita olímpica será Patricia Sarrapio que ha acreditado este año peor marca que ella. Es más, sus 14.17 metros de ayer le habrían valido para ser finalista en el Mundial de Daegu del pasado año, lo equivalente a conseguir un diploma olímpico. España no ha conocido un caso similar al de esta chica, entrenada por Leonardo Moure, que va camino de escribir una de las historias más legendarias del atletismo español.

De todos modos, la gallega sufrió para ganar la medalla de oro sobre la pista de Montjuic porque la lituana Dovile Dzindzaletaite, dos años mayor que ella como el resto de participantes, igualó en su penúltimo salto esos 14,17 metros, aunque la española finalmente se colgó el oro al haber logrado un mejor segundo salto que su rival. La regularidad de su rendimiento se convirtió también en una perfecta aliada durante el concurso.

El concurso arrancó a todo tren. La cubana Liuba Zaldívar, que llegaba con la mejor marca de la temporada, elevó pronto el liston con un salto que superó los 13.50 metros. Peleteiro respondió de inmediato al saltar 13.64 y batir el récord de España juvenil que había conseguido en la calificación el día antes. Zaldívar subió su apuesta al irse a 13.90, pero la gallega voló a continuación a 13.96. Un golpe en la mesa para el concurso y algo que dejó a la cubana descolocada, fuera de la competición. En el tercer intemto la gallega se fue al impresionante 14.17 que le valió al final el oro. La lituana Dzindzaletaite logró igualar ese registro, pero no fue suficiente para arrebatar el oro a Peleteiro que hizo valer su mejor segundo salto para convertirse en el quinto oro de España en la historia del Mundial júnior y en el primero que logra Galicia. Un éxito impensable para una chica de dieciséis años que dentro de dos, en la cita de Eugene (Estados Unidos), podría defender el título conseguido ayer aunque puede que por aquel entonces esté pensando en otros objetivos mucho más ambiciosos que ser campeona del mundo júnior.

En medio de una gran emoción propiciado por un concurso extraordinario, la de Riveira lloró de forma desconsolada sobre el tartán del estadio olímpico de Montjuic cuando se dio cuenta de lo que había conseguido.

La progresión de la discípula de Moure ha sido asombrosa durante toda la temporada que ha ido alargando sus registros poco a poco de forma imparable hasta convertirse en la mejor del ránking nacional de la temporada. Su crecimiento es tremendo y el resultado de ayer en Barcelona supone el perfecto colofón a un año increíble en el que Ana Peleteiro se ha transformado en la mayor esperanza del atletismo gallego.