Sin pensar en el Valladolid, que esta noche está obligado a ganar al Sabadell en el Nuevo José Zorrilla, el Celta avanza a largas zancadas hacia Primera División. La plácida goleada endosada ayer al Alcoyano ha reportado al conjunto de Herrera una cuarta parte del ascenso. Quedan apenas tres estaciones, tres partidos que será obligado ganar y el equipo celeste aborda en estado de gracia y con el horizonte despejado.

Álex abre la lata

Se esperaba a un rival atrincherado que plantearía dificultades para abrir la lata. Pero ni el Alcoyano hizo de su área trinchera, ni el Celta tuvo problemas para encontrar el camino del gol. En un abrir y cerrar de ojos, el equipo de Herrera inauguró el marcador con un misil de Álex López. El ferrolano enganchó un rechace en el balcón del área con un latigazo cruzado que sacudió con violencia la red tras pegar en la cara interior del poste. El golazo de Álex dio una gran tranquilidad al Celta, aunque, paradójicamente, le restó mordiente.

El Alcoyano mantuvo la defensa adelantada y reclamó la pelota, aunque no supo muy bien qué hacer con ella y su dominio fue yermo, poco más que un improductivo magreo. Y con viento a favor, el Celta se limitó a esperar una contra ganadora.

El peso de bermejo

Nadie pone ya en duda de que el artillero cántabro es uno de los grandes responsables del salto de calidad que ha experimentado el Celta esta temporada. Pese a jugar fuera de posición, alejado de su espacio natural, el acorazado delantero santanderino realiza una impagable labor de desgaste que allana el camino de la portería a los chicos rápidos. Bermejo es el contrapunto de los bajitos, el tipo incombustible que da temple a un grupo en el que impera la frescura y el nervio de la juventud.

Su aportación al segundo gol sintetiza la grandeza de su trabajo: gana por alto el balón al defensor, se gira en el aire hacia el portal y casi sin respiro sirve raso a Aspas una asistencia perfecta que deja al moañés frente a frente con el portero. Aspas recorta Dorronsoro, esta vez hacia su pierna buena, la izquierda, y empuja la pelota a puerta vacía.

El rival inocuo

Al Alcoyano se le ha reprochado frecuentemente su debilidad defensiva. Los setenta y dos goles que suma en contra son una fiel prueba de ello. Los cuatro que le hizo ayer el Celta hay que atribuirlos, sin embargo, más al acierto de los atacantes célticos que al desacierto de los defensores alicantinos.

En Balaídos, el problema del Alcoyano fue más bien de falta de llegada, hasta el punto de que Sergio vivió una de las tardes más plácidas que se recuerdan en el estadio vigués. La única aproximación de cierto peligro del Alcoyano al área celeste, de hecho, llegó en el minuto 70 con la pelota detenida: un intencionado libre directo de Cañadas que Sergio desvió fuera con una solvente estirada.

El Celta, en cambio, fue vertical y montó un incendio en cada llegada al área. Anotaron Álex, por partida doble, Aspas y Orellana y lo rondaron Túñez, De Lucas y Joan Tomás.

Pieza por pieza

A la hora de mover el banquillo, Herrera se mantuvo fiel a sus principios: pieza por pieza de ataque y refresco para el medio campo. A ello contribuyó que la defensa no pasó apuros, a pesar del esfuerzo del Alcoyano por estirar sus líneas en la segunda parte y la evidente mejoría de los alicantinos con la entrada de Cañadas, Gato y Choco Lozano. Joan Tomás suplió Bermejo, Toni a De Lucas e Insa reemplazó a Álex López justo después de que el ferrolano hiciese el tercer gol.

Setenta y siete goles

El especialista del plantel en dobletes es Aspas, que lleva siete pares de goles. De los veinte que suma el moañés, 14 han llegado en siete partidos. Ayer marcó dos por primera vez en el Celta Álex López, el que abrió la lata de un trallazo desde fuera del área y el tercero después de una impresionante acción individual de Aspas, que agarró la pelota en el círculo central, galopó a toda velocidad hasta ganar el lateral del área y sirvió gran pase que Joan Tomás estrelló en el portero. Tras sucesivos rechaces con los que no atinó Toni, el ferrolano encontró por fin la portería. Y faltaba aún la guinda que puso, como no, Orellana. Los celestes suman ya la friolera de setenta y siete goles.

Portería a cero

Una de las premisas que se ha planteado el equipo en este tramo final de temporada con gran éxito. Sergio suma tres partidos más la media hora de Cartagena sin encajar y esto, para un equipo de la pegada del Celta, es un verdadero tesoro.

Fiesta en Balaídos

Balaídos se ha acostumbrado este curso a vivir la fiesta que se le negó el pasado. "A Rianxeira" volvió a sonar ayer con fuerza en el colorido estadio vigués, que vibró al compás del juego y los goles de un equipo en estadio de gracia que acaricia ya el sueño y parece empeñado a no bajar la guardia hasta conseguir hacerlo realidad.