La selección española cerró ayer la fase clasificatoria para Londres 2012 con una actuación aciaga en el Preolímpico europeo, en el que ninguna de sus siete embarcaciones finalistas ha logrado el pase, por lo que queda ahora pendiente de la readjudicación de plazas que hará la Federación Internacional de Piragüismo (FIC).

España naufragó en Poznan, a donde llegaba con clasificación ya asegurada de tres embarcaciones (David Cal en C-1 1.000 metros, Sete Benavides en C-1 200 y Teresa Portela en K-1 200) en la modalidad de aguas tranquilas. Un bagaje un tanto exiguo para la que se supone una potencia mundial en esta disciplina.

Tras la revisión de plazas, la FIC concedió ayer dos plazas más para España en el K-1 1.000 y en el K-1 200, pese a que el combinado español no había clasificado en el Preolímpico a ninguna de sus siete embarcaciones, entre ellas la de los campeones olímpicos Saúl Craviotto y Carlos Pérez Rial, que buscaban el pase en K-2 200 metros.

Además del palista cangués, tampoco pudo obtener su billete olímpico el tudense Jose Luis Bouza, que finalizó séptimo en la final de C-2 1.000, en la que remaba junto al asturiano David Fernández.

El K-2 200 de los vigentes campeones olímpicos Saúl Craviotto y Carlos Pérez Rial se quedó fuera de la próxima cita olímpica al no lograr la clasificación víctima del oleaje que les desequilibró cuando luchaban por el triunfo a falta de unos 30 metros para la línea de meta.

Sabedores de que el barco ruso de Postrygay y Dyachenko (33.027) era su principal adversario, el cangués y el asturiano (34.243) encararon la regata por la calle 8 con una salida feroz y una portentosa proyección que les colocó en cabeza hasta que, a falta de 30 metros, inmersos en pleno oleaje, el desequilibrio estuvo a punto de hacerles volcar. Sabían que ahí se habían despedido de la victoria y también de Londres 2012. Dejaron de remar, buscaron apoyar la pala para que el barco no zozobrara y reanudaron una regata arruinada en los instantes finales. Al final acabaron últimos con un tiempo de 34.243, a más de un segundo de los rusos (33.027).

La jornada no fue mucho mejor para el canoista tudense José Luis Bouza, que finalizó séptimo en una final en la apenas tuvo posibilidades de luchar por la regata, ganada por el barco polaco con gran autoridad. La pareja formada por Buzo y Fernández entró en la séptima posición con un tiempo de 3.49:380, a casi doce segundos del barco polaco (3.37:492).

Tampoco brillaron en las finales en 1.000 metros Paco Cubelos, en K-1, Javier Hernanz y Diego Cosgaya, en K-2; al igual que Ainara Portela, en K-1, y Beatriz Manchón y Jana Smidakova, en K-2, ambas en 500 metros, ni Saúl Craviotto, en K-1 200; aunque tanto Craviotto como Cubelos lograron finalmente el billete para Londres tras la revisión de plazas.