Héroe y villano. Orellana interpretó los dos papeles en uno de los partidos más importantes de la temporada. Lo hizo además, en apenas unos minutos. Saltó al terreno de juego en el minuto 20 de la segunda parte. En 82´ anotó el empate. En la jugada siguiente una pérdida de balón suya en defensa propiciaba el golazo de Lassad. Varapalo para un Celta superior. El regreso de A Coruña reforzaba la imagen del equipo, pero se venía vacío de la ciudad herculina.

El chileno, a pesar de ser suplente, fue el protagonista del derbi de la ida. Hoy afirmó que no le dio muchas vueltas a aquella jugada. Él se centra en el encuentro en sí. "Es un partido lindo para cualquier jugador", señala Orellana. Reconoce que el choque entre Celta y Dépor traspasa las fronteras gallegas. Es un duelo con reconocimiento en el resto del mundo.

Orellana también quiso comparar al Celta de la ida con el de ahora. La diferencia reside en el aspecto defensivo, donde el conjunto vigués ha mejorado notablemente. De hecho, en estos momentos es el equipo menos goleado de la categoría junto al Real Valladolid. En el aspecto ofensivo, cree que el equipo sigue haciendo bien su trabajo a pesar de las ocasiones erradas. Destaca la competencia que hay. Una pugna que, tal y como señala el internacional chileno, ayuda a que el Celta sea un firme candidato a militar la próxima temporada en Primera División.

El "19" céltico también pasó revista a su situación personal en Vigo. "Quiero seguir en el Celta", destaca Fabián Orellana. Su familia está a gusto. Él se ha adaptado a la perfección a un grupo joven, con talento y que, si todo va bien, estará militando en la élite del fútbol nacional. El primer paso se puede dar el próximo domingo ante un Balaídos que ha colgado el cartel de no hay billetes. "Si lo hacemos bien vendrá más gente", sentencia un Orellana que espera vestir la Celeste en Primera División.