El viernes el Academia Octavio regresa a casa dos meses después de su último partido en el pabellón de As Travesas, el lugar donde esta temporada solo ha ganado el Barcelona.

El parón de la Liga por la disputa del Campeonato de Europa de Serbia, el calendario y la huelga de los trabajadores del Instituto Municipal de los Deportes –que obligó a desplazar a O Rosal el choque frente al Balonmano Aragón– han impedido a los de Quique Domínguez jugar en el lugar donde mejor se sienten durante un periodo de tiempo sorprendentemente largo. El último partido en As Travesas se jugó el 14 de diciembre contra el Anaitasuna. Desde entonces todos los encuentros se han jugado fuera de Vigo (Puerto Sagunto, Guadalajara, Aragón en O Rosal y San Antonio) lo que también ha influido de forma decisiva para que el equipo vigués viese cortada su progresión.

El reencuentro con el Central de As Travesas se producirá además frente a un rival considerable. El Valladolid de Juan Carlos Pastor se ha encaramado al tercer puesto de la clasificación y ha vuelto a confirmarse como el mejor de los equipos "normales" de la Liga Asobal dando por hecho que el Barcelona y el Atlético de Madrid juegan un campeonato diferente. Por lo tanto el regreso a Vigo está lleno de problemas para un Octavio que ha tenido un accidentado comienzo de año con la salida de Nacho Vico y la colección de lesiones que se han acumulado, especialmente a jugadores que han contribuido a mejorar el nivel defensivo del equipo como Jabato, Vargas y Macías. Por si fuera poco Pablo Cacheda sigue con molestias en el hombro a causa del fortísimo golpe que se llevó en Pamplona y que le obligó a dejar el partido cuando restaban más de diez minutos para el final. El joven central debería estar en condiciones de jugar el viernes, aunque habrá que seguir de cerca su evolución. Mientras, en el club son optimistas sobre la presencia de Vargas y de Jabato que podrían reaparecer en la cita de este viernes ante el Valladolid.