El Celta se fue a dormir ayer como segundo clasificado, con una goleada que comenzó como una pesadilla cuando el Recreativo se adelantó en el marcador a cinco minutos del descanso. El tanto de Pablo Sánchez dejaba la racha de imbatibilidad en siete encuentros, con un total de 678 minutos. Pero esta vez, la fortuna se alió con los de Herrera. El espacio que no habían encontrado en la primera mitad para atacar se lo regaló el conjunto andaluz en la continuación. Primero con un autogol de Manolo Martínez y después con un mal despeje de Córcoles que aprovechó Aspas. El moañés volvió a ser clave para conseguir una remontada que refuerza la moral de un equipo que en las próximas tres jornadas se enfrenta a una dura prueba. Se las tendrá que ver con el Elche, el Almería y el Valladolid. A partir de ahí, se podrá saber si los celestes están en condiciones de pelear por una de las dos plazas de ascenso directo.

Destemplado

Ayer estuvo a punto de recibir un duro castigo el conjunto vigués. Con el mismo equipo que ganó al Murcia, salvo el lesionado Yoel y el sancionado Mallo, el Celta salió destemplado, sin ritmo, ante un Recreativo previsible, pero cumpliendo su guión al pie de la letra.

sin récord

Los de Herrera necesitaban aguantar 50 minutos con la portería a cero para superar la segunda mejor marca de imbatibilidad de la historia del club, que se remontaba a la temporada 1975-1976, con 687 minutos. Faltaron diez minutos para la gloria. La culpa la tuvo Pablo Sánchez, que se coló entre los zagueros celestes para romper la racha. Sergio despejó el primer remate del delantero centro del Recreativo, pero nada pudo hacer en la segunda oportunidad que le brindó la defensa celeste, después de una sucesión de pases imprecisos.

Lentitud de movimientos

Era la primera llegada con peligro que realizaba el conjunto albiazul, que se comportó como había anunciado la víspera el entrenador céltico: esperando en su campo, con las líneas muy juntas, para llevarse algún balón perdido o aprovecharse de una mala entrega del rival. En estas imprecisiones incidieron mucho Alex, De Lucas y Bellvís.

En ese escenario, los de Herrera no encontraban los espacios necesarios para abrirse camino ante la maraña de obstáculos que aparecían en el camino que conducía a la portería de Manu. De hecho, la primera y única ocasión de los celestes en la primera mitad fue un remate de De Lucas que lanzó contra el cuerpo del portero.

Alas rotas

La aglomeración que se producía por el centro requería que el juego se desplegase hacia las bandas. Pero ayer, Bellvís no se adaptó a la derecha. No funcionó a pie cambiado el sustituto de Hugo Mallo. Estuvo desacertado en los controles y no se entendió con Alex ni con De Lucas, cuando le ofrecían apoyos para que se incorporase al ataque. Por el otro costado, Roberto Lago tampoco encontraba el pasillo para alcanzar la zona de los centros.

Solución en el banquillo

Con el marcador en contra, Herrera aprovechó el descanso para buscar soluciones. Y lo primero que decidió fue mandar a Oier al lateral derecho y dar entrada a Vila por Bellvís. El navarro vale para todo. Contagia su dinamismo allá por donde se mueve. Y entonces, el ala derecha de los celestes comenzó a funcionar y el Recreativo se encontró con un problema inesperado que no supo solucionar. Es más, se autodestruyó en apenas veinticinco minutos. Herrera había encontrado la solución en el banquillo con el recambio de una pieza.

fortuna

Los celestes se aliaron con la fortuna para iniciar la remontada. La defensa del Recreativo se encargó de resolver el problema de remate que había mostrado el Celta. De Lucas, que había intercambiado posiciones con Orellana, se abrió paso por la banda izquierda y al llegar a la línea de fondo centró. Manolo Martínez, el central que la temporada pasada le había marcado un gran gol a Falcón en el Nuevo Colombino, se equivocó y esta vez remató hacia su portería. Pero no se quedarían ahí las desgracias del decano en la noche de ayer. Su flanco derecho le llevó a la ruina. Porque el lateral Córcoles realizó un mal despeje, que Iago Aspas aprovechó para anotar su octavo gol de la temporada.

Tres meses después

El atacante moañés volvía a celebrar un gol tres meses después del conseguido en Villarreal. Con él, el Celta se sitúaprovisionalmente en la segunda posición de la tabla clasificatoria, con 46 puntos, por delante del Valladolid, a la espera de lo que suceda este fin de semana.

Quinto triunfo en casa

La victoria la completaron Orellana, al aprovechar una gran asistencia de Toni, y Aspas, de nuevo, en el tiempo de prolongación. El chileno suma seis tantos y el moañés se convierte en el máximo realizador del equipo con nueve, uno más que David Rodríguez. Por fin, el Celta era capaz de cerrar un partido con tranquilidad, para no pasar los agobios de las últimas victorias en casa. La de ayer supone la quinta consecutiva en el estadio de Balaídos, lo que no sucedía desde la temporada 2005-2006, en Primera División.