Naturhouse 31

(19+12): Aguinagalde (p), Arrieta (1), Jorge García, Víctor Hugo (3), Garabaya (4), Pedro Rodríguez (5), Ales Silva (4), Jorge Martínez (p), Juárez (1), Tioumentsev (3), Dujsevaev (3), Prce (3), Curuvija (4).

Octavio 28

(15+13): Javier Díaz (p), Nando, Dasilva (3), Cacheda (6,1p), Polakovic (2,1p), Fran González (2,1p), Cerqueira (3), Leonel (p), Vargas, Nantes (3), Cerillo (4,2p), Moledo y Víctor Frade (5).

Marcador cada cinco minutos: 3-3, 6-5, 9-6, 12-9, 15-13, 19-15 (descanso), 20-18, 20-21, 25-23, 28-25, 28-27 y 31-28 (final). Árbitro: Jesús Escudero y Jorge Escudero. Excluyeron por dos minutos a Garabaya (2), Arrieta y Curuvija, del equipo local; y a Dasilva (2), Víctor Frade (2), Cacheda y José Ángel Fernández. Incidencias: Unas 2.500 personas en el Palacio de los Deportes de La Rioja.

La Copa del Rey deberá esperar. El Academia Octavio cayó en su visita al El Naturhouse La Rioja, uno de sus rivales directos, en un partido marcado por la velocidad de los logroñeses, muy superior a la de los vigueses, aunque, en realidad, los dos equipos han tenido opciones de hacerse con un triunfo muy importante. Los vigueses vivieron una jornada mala porque además de su derrota en Logroño ganó el Ciudad Encantada con lo que en estos momentos los de Quique Domínguez están fuera de los puestos que conducen a la Copa del Rey. Ahora bien, siguen teniendo en su mano la clasificación aunque necesitan ganar los dos partidos que restan (Anaitasuna en As Travesas el miércoles y en la pista del Puerto Sagunto) y esperar resultados.

Ninguno de los dos conjuntos realizó un partido completo, porque se olvidaron de defender; y en esa dinámica fue el Naturhouse el que mostró más recursos en la recta final del partido, justo después del gran esfuerzo que hizo el Academia Octavio por equilibrar un choque en el que siempre fue a remolque, pero en el que fue incluso capaz de situarse con dos goles de ventaja.

El primer tiempo fue muy vistoso para los espectadores pero no tanto para los dos entrenadores, que vieron como sus equipos se dedicaban solo a correr hacia la portería contraria, sin pensar en defender.

En eso fue mejor el Naturhouse, pero sólo era un espejismo, porque estaba claro que el partido podía cambiar en cualquier momento, cuando uno de los dos se cansara o empezara a defender.

Eso no ocurrió en los primeros treinta minutos, que fueron una sucesión de golpes en las dos áreas, con más consistencia de los locales por su contraataque y por la consistencia de Garabaya y Silva en el centro del área.

Descanso

El Academia Octavio se vio impotente para parar a esos dos jugadores y optó por dedicarse solo a atacar; sus propios errores en el lanzamiento le dejaron en evidencia antes del descanso, al que los locales llegaron con cuatro goles de diferencia (19-15) fruto de su mayor consistencia en el juego en velocidad.

Pero en los siguientes diez minutos todo cambió gracias a que los gallegos decidieron defender.

El Naturhouse no supo adaptarse y falló demasiado al seleccionar sus lanzamientos, porque ya no atacaba con la facilidad de antes. El conjunto gallego, además, creyó en su ataque y gracias a ello endosó un 1-5 a los riojanos que igualó el marcador a 20 goles en 9 minutos.

Además el Academia Octavio siguió muy serio y llegó a preocupar a los riojanos con el 21-23 en el marcador.

Pero dos errores consecutivos de los gallegos y las intervenciones de Jorge Martínez devolvieron la ventaja local al marcador (24-23).

Y ese golpe de moral fue determinante a favor del equipo de Logroño. Porque aunque el conjunto de Vigo no se rindió y llegó a situarse 29-28 en el marcador a dos minutos y medio del final.

Por el contrario, el Naturhouse consiguió asentarse, volvió a ser preciso con su juego más veloz y se aseguró un triunfo que le deja muy cerca de la Copa del Rey. El Academia Octavio ahora se le pone cuesta arriba la clasificación aunque sigue teniendo opciones de meterse.