Una explosión en cadena sacude los cimientos de O Couto en la semana que empezó con el liderato. El entrenador del Ourense, Patxi Salinas, se sumó ayer a la desbandada de los directivos que le ficharon el pasado verano al presentar su dimisión irrevocable en una reunión que mantuvo con el presidente del club, Manuel Seoane.

"No hubo ningún tipo de discusión. La dimisión fue irrevocable, dijo que era lo mejor para todos, que lo tenía muy meditado y que se marchaba. Intenté convencerle para que se quedara, pero dijeron que no había nada que hacer", explicó el presidente, Manuel Seoane.

El máximo dirigente del Ourense mostró su sorpresa por la decisión de Salinas, aunque en las últimas semanas ya había dejado entrever un desenlace traumático para su etapa en O Couto. Hace un mes, cuando se conoció que parte de los accionistas del club estaban buscando una alternativa para desplazar al grupo que encabezaba el director general, Anibal Pereira, Salinas indicó que iba a pelear "por y para el Ourense" y que no había fichado por una persona sino por un club.

Sin embargo, en el último partido en casa contra el Racing de Ferrol, el bilbaíno remitió a la fecha de la junta de accionistas, programada para el próximo lunes día 12 de diciembre, para decidir sobre su futuro: "Hay que sentarse y hablar muchas cosas. Esto tiene que pegar un cambio radical, sino se pone feo. El día 12 hay que poner las cartas sobre la mesa".

El plante de los directivos que le ficharon precipitó los acontecimientos y desde ayer Patxi Salinas y su ayudante, Álex Martínez, dejaron de pertenecer al club, aunque han convocado una rueda de prensa para las 12.00 horas de hoy en O Couto para exponer la versión de su despedida.

El presidente del Ourense considera improbable que la ola de dimisiones se contagie a la plantilla de jugadores. "No creo que se vayan. Son profesionales, han fichado por el Ourense y no creo que tengan pensado marcharse. Si alguno se quiere ir, no vamos a retenerlo, pero los jugadores están dando el 100%. Se podrá jugar mejor o peor, pero están dando el do de pecho, están comprometidos e ilusionados, y seguro que segurián luchando a muerte porque también se están jugando su prestigio. Tengo plena confianza en ellos, venga el entrenador que venga".