El Academia Octavio se proclamó ayer campeón de la Copa Galicia tras una intensa final en Carballo ante el Cangas Frigoríficos del Morrazo que se tuvo que dilucidar en los lanzamientos desde los siete metros, en los que los hombres de Quique Domínguez estuvieron más finos y no fallaron ninguno para traerse el trofeo a Vigo y revalidar el título conquistado el año anterior.

El Octavio inició el choque ante los cangueses mucho más enchufado, más metido, lo que se tradujo en la única gran ventaja del encuentro para uno de los dos contendientes, ya que a los quince minutos los de Quique Domínguez aventajaban en seis goles (8-2) al Frigoríficos, que no se vino abajo y buscó la reacción para no desengancharse del encuentro. Los de Pillo consiguieron frenar el ataque académico e ir reduciendo poco a poco la ventaja e igualar las cosas. De esta forma, el Octavio se fue únicamente con un gol de diferencia a los vestuarios, lo que auguraba una competencia feroz en la reanudación para llevarse el título.

El partido siguio el guion propio de una final tras el descanso, con muchos nervios en ambos bandos y poca efectividad ofensiva, por lo que ninguno de los dos conjuntos consiguió abrir hueco, manteniéndose la igualdad en todo momento. El final del encuentro fue muy emocionante. A falta de un minuto para llegar al final del tiempo reglamentario, había un empate a 21 en el electrónico. Nacho Vico, el máximo anotador del partido, puso en ventaja al Octavio pero los cangueses reaccionaron bien y pusieron las tablas a falta de quince segundos. Los académicos tuvieron un último intento de llevarse el partido en inferioridad pero fallaron, por lo que el encuentro se fue a la tanda de penaltis. En esta, los vigueses no fallaron un solo lanzamiento, lo que unido a la parada de Xavi Díaz a Adrián hacía que la Copa Galicia se fuera a las vitrinas del Octavio.