El filial céltico se presentó a su última final para mantener opciones de disputar la fase de ascenso a Segunda División con un once plagado de novedades ante la ausencia de multitud de jugadores habituales en el equipo inicial, bien por sanción o bien por haber jugado el sábado con el primer equipo. Milo Abelleira, quien también tuvo que seguir el choque desde la grada al estar sancionado, optó por dar la alternativa a tres juveniles para intentar plantar cara al Guadalajara. El técnico del Celta B ya había avisado en la previa del potencial de los manchegos y su advertencia no fue vana. El conjunto de Carlos Terrazas maniató a los vigueses al comienzo del choque, se adelantó en el marcador mediada la primera parte y aprovechó despistes célticos al cuarto de hora de la reanudación para sentenciar el choque.

El cuarto partido consecutivo sin ganar, con tres derrotas y un insípido empate en casa ante el Alcalá (0-0), deja ya al Celta sin opciones de pelear por una fase de ascenso que mereció durante la primera vuelta de la competición. El filial céltico, además, dijo adiós a sus aspiraciones de la forma más dura posible, encajando una contundente goleada en casa ante un Guadalajara que exhibió todas sus virtudes y supo aprovechar los regalos de los locales.

El Celta B superada la presión del primer cuarto de hora de los manchegos malograron claras ocasiones y eso, normalmente, se paga. Como así fue. Ernesto realizó una buena internada por la banda izquierda para finalizar con un centro al que Sergio, que midió mal la salida, no llegó mientras que sí lo hizo Juanjo para cabecear a placer el 0-1 (min. 21).

El tanto anestesió el partido que entró en una fase de sopor hasta el intermedio. En el descanso, Abelleira recolocó a su equipo. El Celta B empezó a combinar mejor y a encontrar la forma de llegar al área del Guadalajara. Los manchegos parecían cansados y tocados ante un filial céltico que empezaba a creer en sus posibilidades de dar la vuelta al marcador. Pero llegó otro regalo. En una jugada sin aparente peligro, Pedro García sufrió un inoportuno resbalón, quedando el balón franco para Juanjo que solo ante Sergio no perdonó (0-2, min. 71).

Sin embargo, la reacción pudo llegar casi sin tiempo para lamentar el error gracias a un inocente penalti cometido por Quesada sobre Víctor Vázquez en la siguiente jugada. Carlos David fue el encargado de ejecutar el lanzamiento pero Saizar adivinó perfectamente su intención, despejando su disparo.

Por si errar el penalti no fuera suficiente, el Celta B sumó otro pecado para acabar de condenarse. Tras el despeje de Saizar, la acción continuó y finalizó con un veloz contragolpe visitante (0-3, min. 76).

El partido ya estaba completamente sentenciado pero los visitantes no se conformaron con el resultado ante un Celta B que buscaba el tanto del honor. Así, permitió a Iván Moreno aprovechar otra contra para lograr el 0-4 (min. 83). Y el duro castigo pudo ser peor en otra contra.