Ismael Falcón niega que golpease al jugador del Recreativo con la intención de agredirle. Más bien intentó sacárselo de encima para poner rápidamente en movimiento el balón y sorprender con una contra a un rival que estaba asfixiando a los célticos cuando intentaban iniciar las jugadas. El guardameta compareció ayer en A Madroa para pedir disculpas y mostrar su arrepentimiento por una acción que dejó al Celta en inferioridad numérica, originando una dolorosa derrota de los celestes.

El gaditano admitió haber pasado una mala noche por un incidente que le impedirá jugar ante el Betis, que también asume con dolor. Y mostró las marcas de los arañazos que le hizo el futbolista onubense como prueba del forcejeo que acabó en su expulsión.

"El árbitro le pitó falta a él, pero siguió enganchado conmigo y yo traté de quitármelo de encima porque pretendía sacar rápido el balón para iniciar un contraataque", indicó ayer Falcón al explicar la jugada que le costó la expulsión en el minuto 38. "Fue una disputa en la que yo me estaba sacando al jugador de encima porque me estaba haciendo daño: me dio una patada y me estuvo agarrando", comentó el portero céltico al referirse a la jugada que acabó de manera violenta. "Estoy bastante fastidiado", reconoció.

Falcón pidió disculpas por la acción que le supuso la tarjeta roja y se mostró arrepentido por protagonizar una jugada que daña su imagen. "Quiero pedir disculpas". "Es mi segunda expulsión como profesional y estoy bastante fastidiado porque no me gusta la imagen que di y, sobre todo, porque ha podido perjudicar al equipo. De esto hay que aprender".

En cuanto a si considera justa la expulsión, Falcón admite que hay "contacto y el línea ve que le doy con el codo sin querer al intentar quitarme al jugador de encima. Lo que pita es lo que ve y ya está. Son las reglas del juego y así hay que aceptarlas".

Cree que en la decisión también pudo influir la teatralidad que le puso Juan Villar. Falcón desconoce que le hubiese roto dos dientes, como dijo el jugador del Recreativo al finalizar el partido del sábado.