La renovación del técnico sufre retrasos

El club y el agente de Herrera coinciden en que las Navidades dilatan el proceso

J.C. - Vigo

La renovación de Paco Herrera como técnico del Celta ha de esperar más de lo que en un principio imaginó el barcelonés, quien llegó a apuntar que la semana pasada o ésta se firmaría el contrato que vincularía a ambas partes hasta junio de 2012. De vuelta al trabajo, Herrera dijo ayer desconocer cómo marchaban las negociaciones y que él se "desmarcaba" del tema para centrarse en preparar al equipo para el duro mes de enero que le toca afrontar a los célticos, con cuatro salidas de los cinco compromisos previstos en las próximas semanas.

Fue ese calendario cargado de partidos el argumento que utilizó Herrera antes de marcharse de vacaciones para anunciar que su renovación era cuestión de días, teniendo en cuenta la sintonía que había existido con el presidente Carlos Mouriño al abordar ambos este tema durante un almuerzo de trabajo.

Ayer, Herrera ya no fue tan explícito en sus manifestaciones sobre las negociaciones con el club, centradas ahora mismo en aspectos económicos ya que existe unanimidad sobre la duración del contrato hasta la próxima temporada.

"Supongo que están igual", señaló el técnico al referirse a las negociaciones de su representante con el Celta. "Quiero decir que yo me he desmarcado de ese tema. Están igual en cuanto a que no debió haber existido ningún tipo de reunión. Y entiendo que es por estos días de fiesta. Ahora empezamos a trabajar y supongo que habrá una llamada de un sitio a otro, quedarán en lo que sea y se tomará una decisión definitiva. No os puedo decir nada más. Ni yo mismo lo sé. Para mí ha dejado de ser un tema importante. No os puedo dar más datos que esos", reiteró el preparador catalán afincado en Badajoz, que tiene contrato con el Celta hasta el 30 de junio próximo.

El excelente trabajo que está realizando Paco Herrera en Vigo, reflejado en la buena marcha del equipo en la clasificación, llevó a la directiva que preside Carlos Mouriño a plantearle un año más de contrato. Este principio de acuerdo quedó plasmado en la comida que técnico y presidente celebraron a principios de diciembre.

La urgencia parecía conducir las negociaciones. El club daba muestras de tener prisa por dejar cerrado el acuerdo antes de que Mouriño se fuese a pasar las navidades a México con su familia; mientras el entrenador afirmaba querer acabar cuanto antes este proceso para que no interfiriese en su trabajo ni en la marcha del equipo.

Reducida la marcha de las negociaciones, ambas partes coinciden en recurrir en sus argumentaciones al periodo festivo para señalar que no han establecido todavía una fecha de celebración de la próxima reunión. Herrera, mientras tanto, prepara el próximo partido.

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