El fútbol sin Aritz

Paco Herrera se enfrenta a una prueba desconocida desde que se hizo cargo del equipo vigués: preparar un partido sin Aritz López Garai. El jugador vasco (Baracaldo, 1980) se pierde por imperativo legal la cita contra el Rayo Vallecano. Ayer, el Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol anunció que el céltico tendrá que cumplir un partido de suspensión por acumulación de tarjetas amarillas. Ante el Salamanca vio la quinta y completa el primer ciclo. Este el único motivo por el que ha fallado en las alineaciones del Celta desde que la temporada pasada llegó a Vigo procedente del Castellón. El centrocampista es un todoterreno de una fiabilidad absoluta para los técnicos: antes Eusebio y ahora Herrera.

El preparador catalán afincado en Extremadura, que ya lo dirigió en el club castellonense, le dio los galones desde la pretemporada para dirigir la sala de máquinas del conjunto celeste. Desde entonces, lo ha disputado todo, incluso cuando se discutía su estado de forma. No se ha perdido ningún partido de Liga. Es más, sólo uno no lo completó. Fue en el penúltimo del presente año, en Girona, que a los 86 minutos fue sustituido por Dani Abalo. Una simple anécdota para un futbolista que acaba de recibir el reconocimiento de sus paisanos de Basauri, que lo eligieron como deportista del año 2010.

En el Celta ha encontrado un alma gemela, con el que se mueve a todas partes, dentro y fuera del campo: Cristian Bustos. Herrera, además, les ha encontrado un complemento ideal para los dos: el ferrolano Álex López, que acaba de meterse en la vorágine de solicitar al club una mejora sustancial de un contrato que le venía heredado de su paso por el Celta B. Pero en unos meses ha crecido tanto bajo la sombra de Garai y de Bustos, que se reivindica como una de las perlas celestes.

Álex, seguramente, será el encargado de ocupar la vacante que dejará Garai en el centro del campo del Celta en su compromiso en Vallecas. Aunque el canterano aporta mejor salida al balón y más presencia en el ataque, tendrá que demostrar que es tan disciplinado y tenaz en el juego de contención como el vizcaino. La experiencia de ambos es muy similar. Llegaron al Celta tras curtirse en equipos de Segunda División B.

En todo caso, ahí estará el compañero Bustos para sacarle las castañas del fuego si es necesario, como ha hecho últimamente con su amigo del alma. Alex aprovechará la ocasión, además, para superarle en número de partidos disputados esta Liga, aunque no en minutos jugados.