Pasqui y Dujshebaev bailaron a distancia, amagándose con insinuaciones, a dentelladas silenciosas. El entrenador azulgrana criticó con dureza a la pareja arbitral sin necesidad de verbalizar esas quejas; Dujshebaev le recordó anteriores agravios sin llegar tampoco a mencionarlos. Fue como cuando el portero y el central, aún en activo, se citaban en el uno contra uno y convertían su duelo en un festival de engaños.

Le hablan de la actuación arbitral y Pasqui responde: "otra pregunta, por favor", como si realmente quisiese eludir el tema. "Diré algo de lo que me arrepentiré", explica. Al señuelo acuden todos los periodistas, que ejecutan múltiples variaciones de la misma pregunta. Y no sale la cuestión directamente, Pasqui la redirige a su sensación de frustración e impotencia: "Tengo que decir que no hemos estado acertados en defensa. Me gustaría poder ver el partido antes de dar la rueda de prensa. La sensación que tengo no es muy buena, no me ha gustado nada. Igual lo estoy viendo excesivamente parcial y cambio si lo veo".

"Es que estoy muy caliente, tenéis que entender que debo ver antes el partido porque igual digo alguna burrada y no es justo. Estamos a muchas pulsaciones", indica Pasqui, que repetirá una y otra vez: "Me muerdo la lengua". Y hasta ensayará el gesto literalmente. "No quiero entrar, no quiero entrar ni entraré… Es que me estoy jugando la liga, me estoy jugando todo… Ha sido fantástico y ya está".

Aunque incluye que el Ciudad Real "ha sido justísimo vencedor", la lectura es clara y Dujshebaev la rebate con el mismo estilo, expresando más con lo que calla que con lo que afirma. "Nunca hablo de árbitros, solo una vez vez y no quiero ni hablar. Si yo hablará, estaríamos continuamente con polémicas". Aquella vez que cita fue en la "final a cuatro" de Hamburgo en 2008. No dijo nada tras la reciente derrota liguera en el Palau, que invita a Pasqui a ver repetido.