Herrera, pendiente de la rodilla de Murillo

El zaguero del Celta se quejó del menisco interno de la rodilla derecha en el partido ante el Girona

J.Conde - Vigo

El partido ante el Girona dejó maltrecho a Ander Murillo, que en una jugada fortuita en la primera mitad se quejó de unas molestias en el menisco interno de la rodilla derecha. El zaguero vasco continuó en el terreno de juego pero tras el encuentro los médicos le realizaron una exploración y decidieron someterle a una resonancia en las próximas horas para conocer con exactitud el alcance de la lesión. Paco Herrera, mientras tanto, tendrá que ir pensando en un posible relevo para Murillo. Sin poder contar todavía con Hugo Mallo, el técnico recurrirá posiblemente al filial para cubrir el flanco derecho de la defensa céltica para el partido del sábado ante el Salamanca, que cierra el año de competición.

Murillo se echó la mano a la rodilla derecha en la primera parte del choque ante el Girona y el banquillo del Celta reaccionó de inmediato. Sergio Ortega salió a calentar, mientras el defensa vasco probaba la estabilidad de su pierna. Faltaban unos minutos para el descanso y el jugador decidió continuar en el terreno de juego.

Volvió en el segundo tiempo y completó los noventa minutos, pero procuró reservar las fuerzas para labores defensivas y redujo al mínimo sus incorporaciones al ataque.

Ayer, el club anunció que Murillo había sufrido "unas molestias en la cara interna del menisco de su rodilla derecha, producidas por un mal movimiento". Los servicios médicos del Celta decidieron que en las próximas horas lo someterán a una resonancia para conocer los daños que se han producido en ese menisco.

Si fuese un esguince leve, el futbolista tendría posibilidades de recuperarse a tiempo para enfrentarse al Salamanca el sábado (Balaídos, 18:00 horas). Tampoco se descarta que el daño pueda ser mayor y que tuviese afectado el menisco, lo que incluso podría obligarle a pasar por el quirófano.

Este contratiempo trastoca los planes de Herrera, que se ha visto obligado a utilizar a Murillo como recurso para la banda derecha de la defensa después de que se lesionase Hugo Mallo. El canterano sufrió una rotura muscular en Ponferrada y no estará recuperado hasta enero. En los últimos días ha comenzado a correr en A Madroa junto a un recuperador, pero no volverá a jugar al menos hasta la visita que el Celta efectuará a Vallecas, a comienzos del próximo año.

Si tampoco pudiese contar con Murillo para el partido previo a las vacaciones de Navidad, Herrera recurriría posiblemente de nuevo al canterano Víctor Vázquez. El defensa de Marín debutó esta Liga ante el Albacete, ante las bajas de Mallo y de Roberto Lago. Ese día, Murillo pasó a ocupar el lateral izquierdo y dejó el carril derecho para el jugador del filial, que realizó la pretemporada con el primer equipo y es uno de los canteranos habituales en las sesiones de entrenamiento con Herrera.

En las dieciséis jornadas disputadas, la defensa ha sido la línea con mayor movimiento en el equipo vigués, no sólo por los cambios que realizó Herrera sino también por contratiempos como lesiones y expulsiones.

A pesar de ello, la zaga del Celta es una de las más solventes de la categoría. Ha encajado 16 goles –los mismos que el Betis, uno más que el Rayo y dos más que el Elche, líder en este apartado–, lo que significa una media de uno por encuentro.

En proceso de recuperación Hugo Mallo, la atención ahora de Herrera se centra en Murillo, que todavía desconoce el alcance de su lesión.

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